La evolución de las prácticas agroganaderas ha caminado siempre de la mano del desarrollo humano, desde los sistemas nómadas de pastoreo hasta la revolución del sector alrededor del siglo XVIII. Aquello que empezó siendo una danza entre el hombre y la bestia, se ha convertido en un complejo entramado de prácticas y tecnologías que no están exentas de consecuencias ambientales.
La intensificación de las prácticas ganaderas ha llevado a este sector ancestral a que se encuentre hoy en una encrucijada, impulsada por la necesidad de innovar ante una sociedad cada vez más consciente de su huella ecológica. La emergencia climática ha puesto en jaque las metodologías existentes, y exige una transformación que no solo busque la eficiencia, sino también la sostenibilidad.
Ante esta demanda, Carbon Harvesters ha decidido intervenir para darle forma a una solución viable para las ganaderías, pero también responsable con el medioambiente.
La startup irlandesa ha desarrollado un software capaz de monitorizar el impacto climático de las granjas y también de identificar las estrategias más rentables para monetizar sus acciones de mitigación.
La empresa nació a finales de 2020, cuando Alejandro Vergara, uno de sus fundadores y CEO, decidió ocuparse de lo que para entonces era la mayor presión de los ganaderos, la sostenibilidad. "Nosotros nos dimos cuenta de que esto es una oportunidad, no una amenaza. El mundo está muy complicado medioambientalmente, pero se pueden hacer cosas por cambiarlo", declara Vergara.
Más allá del aspecto ambiental, también hay un componente socioeconómico que actúa como motor de esta iniciativa. "La vida en la ciudad es muy cómoda, pero hay que entender que éstas no funcionarían sin las comunidades rurales", sostiene el CEO. Carbon Harvesters se esfuerza por reivindicar el trabajo de las personas en las comunidades rurales.
Trata de ofrecerles una vía a los ganaderos para que aporten su "grano de arena" a mejorar el problema medioambiental, pero con una retribución económica merecedora de uno de los principales pilares de nuestra actividad.
Vergara reporta que las nuevas normativas ambientales, tanto nacionales como continentales, están creando "desafíos significativos" para los productores ganaderos, ya que exigen a las granjas de países como España e Irlanda que minimicen su huella ecológica.
Además, los informes de sostenibilidad corporativa de la Unión Europea obligan a las empresas del sector alimenticio y de bebidas con ingresos superiores a los 40 millones de euros anuales, que suman unas siete mil, a rastrear, detallar y disminuir sus efectos nocivos en el ecosistema.
Una empresa o cooperativa puede monitorizar sus emisiones, también sabe cómo reducirlas, pero no sabe cómo mitigar de una manera económicamente viable. "Una granja puede reducir sus emisiones mañana a cero, pero no te va a producir ni un litro de leche", aclara el CEO de la startup.
Carbon Harvesters ha diseñado un software que no solo permite a los agricultores llevar un control preciso de los datos de sus emisiones, sino que también les brinda las herramientas necesarias para implementar cambios efectivos y sostenibles en sus operaciones diarias.
"El ganadero cuando usa fertilizante químico a veces usa de más porque no tiene los datos necesarios. Con nuestros análisis pueden reducir en fertilizante, y esto significa menos contaminación y también un ahorro en su principal costo operativo", ejemplifica Vergara.
De esta forma, Carbon Harvesters no solo empata a las empresas capaces de registrar los diversos impactos ambientales, sino que ofrece más de 30 estrategias de mitigación que, junto a un análisis de datos y de machine learning previo, pueden determinar cuáles son las estrategias más tecno-económicamente viables que se pueden implementar a corto, medio y largo plazo. Esta personalización en la metodología de actuación permite satisfacer las directivas, pero al mismo tiempo mantener la producción, o incluso aumentarla y ganar más dinero.
Mercado de créditos
Por otro lado, la startup irlandesa también busca fomentar el mercado de créditos de carbono de inserción y trata que las reducciones se queden dentro de la cadena de suministros. Dicho de otro modo, pretende evitar que las empresas compren créditos de carbono en el mercado de compensación para "cuadrar su contaminación", ya que si esto ocurre éstas siguen contaminando en su territorio, aunque sus datos de emisiones cumplan las directivas.
Carbon Harvesters cerró el desarrollo de su producto a finales de 2023 y ahora pretenden "escalar como empresa" y expandirse por el resto de Europa. Vergara afirma que "estamos enfocados en la industria láctea, cárnica y porcina para afianzar nuestro producto, pero ya empezamos a atacar otros sectores como el de la cerveza o el vino, así como otras geografías".
La magnitud de esta startup ya ha sido reconocida en eventos como el de ftalks 2024, donde Carbon Harvesters ha sido elegida Startup más Sostenible. También fue nombrada innovación del año en Irlanda en 2022. No obstante, su alcance aún está por determinar, ya que según informa Vergara pretenden expandir su software a otras industrias como la de la energía o el del gas, "donde todavía no se monitorizan algunos impactos ambientales y podemos ayudar a reducir la contaminación", asegura el cofundador.
Carbon Harvesters no solo ha diseñado un software que promete ser el guardián del aire que respiramos, sino que también ha puesto en el mercado al arquitecto de un futuro donde las empresas puedan coexistir en armonía con un sistema preocupado por su situación ambiental.