Decir que Randi Zuckerberg (Nueva York, 1982) es una mujer polifacética es quedarse cortos. Psicóloga por la Universidad de Harvard, fue una de las primeras directivas de Facebook, fundaría después su propia compañía (Zuckerberg Media), escribiría dos libros (Dot Complicated y Pick Three), asesora a multitud de startups, ofrece conferencias por medio mundo y hasta ha ganado dos premios Tony como productora teatral. 

"Siento que, de alguna manera, ya he tenido muchas carreras, muchas de ellas que ni siquiera podía imaginar porque no existían cuando era una niña", comenta Zuckerberg en entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. "Si mantenemos los ojos abiertos, si somos curiosos, si tenemos pasión, podemos evolucionar a medida que surgen nuevas carreras y nuevas industrias".

En estos cambios de timón, evoluciones que la han llevado a quien es hoy, Randi Zuckerberg no elude que han influido notablemente las distintas prioridades que ha ido gestionando a lo largo de su vida: "Cuando estaba en Silicon Valley, estaba totalmente enfocada en mi carrera, trabajaba sin descanso. Fue mi etapa de estar con la cabeza abajo, trabajando a un ritmo frenético. Pero al cumplir 30 y me convertí en madre de tres hijos, empecé a sentir que quería una mayor armonía entre mi vida profesional y personal. La llamaría mi década de equilibrio. Ahora, a los 40, tengo un nuevo propósito que es el de mentora y asesora de emprendedores, de disfrutar de las pasiones que he ido cultivando estos últimos años".

El denominador común entre todas estas aventuras es la creatividad. "Las compañías estaban construyendo enormes plataformas que permitían a miles de millones de personas conectarse, pero al final del día, lo que realmente importa es el contenido. Son nuestra creatividad y nuestra forma de contar historias las que elevan una marca o a nosotros mismos como personas, incluso sobre la IA". 

Inteligencia artificial

Una de esas pasiones, en la arena tecnológica, es la inteligencia artificial. Como no podía ser de otro modo, Zuckerberg se muestra entusiasta con esta disrupción, que considera de especial calado histórico.

"Me encanta lo que está ocurriendo con la IA. Claro que los trabajos van a cambiar por su causa, pero eso no es algo nuevo. Recuerdo cuando era niña y salió la calculadora TI-83, que tenía muchísima potencia de cálculo. Todos decían que no la usáramos porque los niños dejarían de aprender matemáticas. Pero, al final, la adoptamos y el campo de las matemáticas cambió para siempre de forma exponencial. Eso es lo que siento que está pasando con la inteligencia artificial", comenta.

La emprendedora y mentora hace suyo el concepto de "copiloto" que comienza a calar en el imaginario colectivo. Y lo hace con varios ejemplos claros de este papel de amplificador de la IA: "Si estás escribiendo un libro, es como tener un coautor; si trabajas en marketing, es como si tuvieras una mano extra en el departamento", explica. En su propia vida, admite utilizar herramientas de IA "unas 20 veces al día" para optimizar su trabajo.

Empero, no elude los retos pendientes para hacer un uso responsable de esta potente tecnología. En sus palabras, "con cualquier tecnología nueva, hay desafíos. Vamos a tener que resolver las leyes de derechos de autor, cómo distinguir entre lo real y lo falso, especialmente en los medios de comunicación y en las elecciones". Para ella, estas asignaturas pendientes con la IA son comparables a la invención del fuego: "Algunos lo usaron para cocinar y otros para quemar cosas. Todo depende de quiénes somos y cómo utilizamos estas herramientas".

El emprendimiento y su visión de España

Randi Zuckerberg estará por España el próximo mes, ya que será una de las ponentes estrella del VDS (23 y 24 de octubre). Allí compartirá su historia personal, desde sus inicios en Facebook hasta su participación en tecnologías emergentes como la IA y la web3, así como su rol como mujer en los negocios y la industria digital.

Una cita que la emprendedora aguarda con ganas. "He oído mucho sobre la increíble cultura de startups en España, y no puedo esperar a verlo por mí misma y conocer a los emprendedores en persona", reconoce. 

Zuckerberg defiende la pertinencia de hubs de innovación como el valenciano, especialmente después de la pandemia: "Solíamos pensar que para ser un emprendedor tecnológico tenías que ir a uno de esos hubs que ya existían, donde estaban las escuelas, los inversores y las oficinas. Sin embargo, en los últimos años ha quedado claro que se puede crear un entorno emprendedor en cualquier lugar, siempre que haya una comunidad de apoyo a su alrededor. ¿Hay inversores que apoyen el negocio? ¿Hay otros emprendedores con los que intercambiar ideas? ¿Tienes mentores? ¿Existen corporaciones cercanas que puedan adquirir lo que estás construyendo?". Si se cumplen estos criterios, afirma, ciudades como Valencia tienen el potencial de convertirse en un puntal del ecosistema startup.

A mayores, alaba la diferenciación de Valencia frente a otros puntos neurálgicos como Silicon Valley: "Está bien no ser así. Tiene muchas cosas maravillosas, pero también arrastra años de hacer las cosas de una sola manera. Eso es lo emocionante de los nuevos hubs tecnológicos: pueden empezar con la diversidad de género y étnica como base". Además, destaca la ventaja geográfica de Europa, donde los centros culturales, políticos y financieros están mucho más cercanos entre sí, alimentándose mutuamente, algo que considera una gran oportunidad para España.

La mujer en la industria digital

Uno de los ejes vertebradores de su discurso atañe al rol de la mujer en este sector, todavía masivamente ocupado por hombres. Randi Zuckerberg defiende con vehemencia que su hija de cinco años pueda hayarse ante un panorama diferente al que ella encontró al comenzar su carrera.

"Espero que las cosas sean distintas para mi hija y para todas las mujeres que están creciendo. Y creo que muchas mujeres piensan que para trabajar en tecnología tienes que ser quien escribe las líneas de código, y eso está lejos de la verdad", detalla. Según Zuckerberg, casi todos los trabajos de hoy tienen un componente tecnológico, ya sea diseño, marketing, redacción o ventas.

Otro aspecto crucial para Zuckerberg es la importancia de contar con una red de apoyo. "Si sientes que eres la única en la sala, la única mujer o la única en cualquier cosa, es vital que encuentres una red de pares fuerte", aconseja, recordando cómo ella misma, al no tener muchas compañeras en tecnología, buscó apoyo en otras industrias dominadas por hombres, como la banca o el derecho. De esa manera, construyó una red sólida de mujeres que se apoyaban mutuamente, aunque no trabajaran en la misma empresa ni en el mismo sector.

Además, Zuckerberg anima a las mujeres a perseguir sus sueños en la industria tecnológica. "Tu presencia inspirará a cientos o miles de otras mujeres. Una vez que alguien ve a una mujer haciendo algo y que es posible, se convierte en posible también para ellas", concluye.