A nadie se le escapa que Dubái es uno de los grandes polos económicos globales, con una preponderancia comercial crítica en Oriente Medio y con un poderío reseñable ya no sólo en el sector financiero, sino también en mercados como el logístico (con el coloso de los puertos DP World al frente), el transporte (Emirates) o la construcción (EMAAR o DAMAC). Se está convirtiendo, además, en un importante destino turístico con un claro perfil de viajeros de alto nivel adquisitivo.
Sin embargo, pocos asociarían a este emirato con el emprendimiento innovador. Son otros grandes nombres, comandados por la eterna Silicon Valley, los que reciben ese mérito. Empero, Dubái puede presumir de potenciar al ecosistema ‘startup’ como pocas regiones en el mundo, en especial aquellas que se encuentran en la confluencia de la inteligencia artificial y las finanzas globales.
En primer lugar, por la laxa regulación imperante en estas latitudes, que suele dar manga ancha a las empresas para que prueben sus modelos de negocio antes de regularlas. Algo así como los ‘sandbox’ que tan de moda están en Europa y España, pero de forma natural y a escala absoluta. En segundo, por un apoyo total de las diferentes autoridades -nacionales y locales-, sabedoras de que necesitan diversificar su economía si quieren mantener su particular ritmo de crecimiento (y plantar cara al coloso de la región que recién ha despertado de su letargo internacional, Arabia Saudí).
DISRUPTORES – EL ESPAÑOL ha podido conocer de cerca cómo se gestan, aceleran y desarrollan los proyectos emprendedores de nada menos que 1.000 startups, que han recibido 2.000 millones de dólares de financiación en siete años y que ocupan una superficie total de 300.000 metros cuadrados. Se trata del Innovation Hub (o Innovation One, según diferentes nomenclaturas y programas usados por el gobierno local) del DFIC, el distrito financiero del emirato más diverso poblacionalmente.
Vaya por delante que, como casi todo en Dubái, cualquier parecido con el desarrollo tradicional de las empresas en Europa es pura casualidad. Por lo pronto, este ‘hub’ de emprendimiento se distribuye en dos edificios distintos: el original que data de 2018 y una expansión inaugurada este mismo año. El segundo de ellos es una imponente torre de varias alturas que alberga, asimismo, el nuevo AI Campus. Sin embargo, el entorno original es difícil de distinguir de un centro comercial cualquiera: se encuentra localizado en las plantas comerciales de uno de los mayores rascacielos de la ciudad, donde se entremezclan locales destinados a las startups con tiendas de todo tipo, gimnasios, lugares donde practicar yoga o restaurantes frecuentados por familias dubaitíes.
El objetivo, en cualquier caso, era “llevar la cultura de las startups al entorno financiero de Dubái, cubriendo todo el ciclo del emprendimiento desde el ‘early-stage’ a empresas maduras, pasando por aceleradoras”, como explican algunos de sus responsables a este medio, haciéndonos de una suerte de guía por los pasillos de este peculiar espacio. “Todo comenzó en 2014 y 2015, cuando se empezó a trazar una estrategia sobre el futuro de las finanzas y lanzamos Fintech Hive, nuestra primera aceleradora. De ahí, en 2018 ya teníamos 30 compañías impulsadas”. A esos primeros pasos seguirían la creación de un fondo de inversión propio (Dubai Future Strategy Fund), el lanzamiento de una fuerza de trabajo en ‘fintech’ o la modificación de las leyes en lo que atañe a las pruebas de innovaciones en entornos regulados para hacerlas más accesibles.
AI Campus
Si bien el Innovation Hub de DFIC se centra en tecnologías muy vinculadas con las finanzas -como el blockchain o la ciberseguridad-, tampoco escapa a la tendencia de moda en estos momentos: la inteligencia artificial. Un aspecto que trasciende sectores y verticales, al que no se le puede poner puertas, y que ha llevado al gobierno dubaití a usar el marco de este entorno ya existente para la puesta en marcha de su particular AI Campus.
Se trata de un “ecosistema dedicado a inteligencia artificial” que pretende impulsar “más de 500 compañías de aquí a 2028” y que se encuentra ubicado en la expansión del Innovation Hub, ocupando una testimonial planta. “Pero ya estamos planeando dotarlo de un edificio propio”, se apresuran en aclarar desde el gobierno local.
Lo cierto es que este campus ofrece una sensación agridulce al que acude a su encuentro. Las oficinas se encuentran prácticamente vacías por el momento, pero los logos de importantes multinacionales como AWS, Microsoft o HP copan muchas de sus paredes. Es fruto de los numerosos acuerdos de colaboración que las autoridades emiratíes sellan con estas compañías para operar y lograr contratos en el país. Y, por ahora, no hay grandes nombres que hayan surgido o estén gestándose en su interior.
La nota dulce llega de las promesas que el gobierno hace en torno a este AI Campus y que no dejan de replicar lo ya materializado en el ámbito de las ‘fintech’. Por lo pronto, con la puesta en marcha de una regulación específica para startups de IA en el corto plazo. Siguiendo por una apuesta por la compra masiva de GPU para el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial, “o la contratación de GPU como servicio de todos los proveedores del mercado”, detallan.