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La emergencia sufrida el pasado 29 de octubre en Valencia demuestra que aprender a convivir y mitigar el riesgo climático es ya un imperativo legal de la sociedad de nuestro tiempo. 

Los trágicos sucesos acontecidos hace 12 días obligarán, llegado el momento, a revisar y repensar cómo la ciudadanía puede protegerse de unos episodios meteorológicos que, lejos de aminorar, irán a más en los próximos años.

Así lo certifica la ciencia. "Según la física básica y la denominada relación Clausius-Clapeyron, una atmósfera más cálida puede retener más humedad, lo que se traduce en un aumento del 7% de las precipitaciones intensas con 1 °C de calentamiento. Se prevé que las precipitaciones intensas aumenten debido al cambio climático provocado por el hombre".

Lo explican a DISRUPTORES-EL ESPAÑOL fuentes de la compañía española Mitiga Solutions, focalizada en ayudar a empresas y gobiernos de todo el mundo a cuantificar, adaptarse y mantener una actitud resiliente ante episodios como la última DANA de Valencia.

Porque en la ingente tarea de afrontar y desarrollar una actitud resiliente ante este convulso escenario, la tecnología y la innovación son dos de los pilares clave que guiarán la transición económica y social que ahora se inicia.

La plataforma EarthScan utiliza inteligencia artificial y computación de altas prestaciones (HPC, high performing computing) para identificar el riesgo climático de un activo para poder tomar decisiones basadas en ciencia y poder reducir esa exposición a los efectos de la acción de una atmósfera que ha cambiado sobremanera en los últimos años por la acción del hombre.

"Muchas inundaciones repentinas -como las que tuvieron lugar en Valencia- se deben a precipitaciones extremas en escalas de tiempo más cortas, subdiarias, de sólo unas horas".

"Los estudios han demostrado que la intensidad de los fenómenos subdiarios está experimentando un mayor aumento debido al cambio climático de origen humano que las precipitaciones extremas diarias", prosiguen desde la empresa, spin-off del Barcelona Supercomputing Center–Centro Nacional de Supercomputación (BSC–CNS).

Llegados a este punto, la adaptación y resiliencia climática son dos conceptos -que funcionan interconectados- con los que empresas, Administraciones públicas y ciudadanía en general deberán aprender a convivir a partir de ahora.

Equipo humano que hay tras la compañía Mitiga Solutions.

Por delante una ardua tarea en la que ya se han comenzado a dar pasos en la buena dirección, aunque están todavía en una fase muy incipiente. Por ejemplo, a la hora de reportar los riesgos climáticos.

El próximo año será un punto de inflexión para que empresas de todo el mundo, también de Europa -lo que afectará de lleno a nuestro país- tengan que informar sobre sus riesgos climáticos.

Por el momento, la obligación se centrará en reportar esos riesgos al organismo competente, aunque en el futuro el sistema está concebido para que pueda haber sanciones para aquellas que no lo hagan, según confirman desde la startup española.

"La adaptación climática es el proceso por el cual las empresas tienen que actuar en sus procesos y sus políticas para poder monitorizar y actuar en estos riesgos asociados con el cambio climático", afirma en entrevista con esta redacción el CEO de Mitiga Solutions, Alejandro Martí.

"La adaptación climática es el proceso por el cual las empresas tienen que actuar en sus procesos y políticas para monitorizar y actuar en los riesgos asociados al cambio climático"

Alejandro Martí, CEO de Mitiga Solutions

"Pero no sólo nos referimos a los activos físicos como pueda ser una oficina, una planta nuclear o un viñedo, sino también a cómo afecta el riesgo climático a la actividad: tu logística, su operativa".

"Es decir, si tu proveedor está en Malasia y hay un tsumani, esto afectará a tu logística también; es decir, ya no sólo hablamos de la adaptación climática que la empresa necesita para sus activos físicos sino a toda la cadena de distribución. A esto nos referimos cuando hablamos de adaptación climática".

El segundo paso se centra en actuar para mejorar la resiliencia climática. "Se trata de ver cómo invierto recursos para reducir el impacto de estos riesgos".

En este punto, la legislación climática que está en vigor y que ya en 2024 obliga a determinadas empresas a comenzar a reportar estos riesgos y que a partir de 2025 entrará en una fase mucho más expansiva con un porcentaje mucho mayor de entidades afectadas.

Normativas sobre riesgos climáticos en vigor. Fuente: Mitiga Solutions.

En concreto, según la guía desarrollada por Mitiga Solutions, la Unión Europea ha puesto en marcha varios instrumentos legislativos clave en materia de reporte de sostenibilidad: la Directiva sobre la elaboración de informes de sostenibilidad de las empresas (CSRD), la Taxonomía de la UE para Actividades Sostenibles (EUT), y el Reglamento sobre divulgación de información financiera sostenible (SFDR).

Es precisamente en este punto donde la tecnología de empresas como Mitiga se convierte en aliada de las corporaciones para ayudarlas a transitar por este nuevo escenario.

2024: punto de inflexión 

La spin-off del BSC es uno de los nombres propios a escala global de este nicho de mercado, muy especializado, que ha captado el interés del mundo corporativo -también de gobiernos de todo el mundo, aunque su foco está fijado en el ámbito privado-, y que prevé un crecimiento de la demanda de forma notable en los próximos años.

"Hemos recibido encargos de gobiernos que, tras una catástrofe, quieren analizar cuáles son los riesgos para la reconstrucción, aunque nuestra área preferencial es el sector privado", confirma Martí.

El liderazgo de Mitiga está basado en sus más de diez años de investigación científica y técnica en este ámbito -con el soporte del potencial del BSC- y, además, en el último año ha adquirido a la compañía top 2 mundial de este segmento del mercado.

"Es cierto que en el último año se ha notado un punto de inflexión en cuanto a la demanda de nuestros servicios para ayudar a las empresas a calcular su riesgo climático. La coyuntura está cambiando y es constatable", ratifica Martí.

EarthScan, plataforma de Mitiga Solutions.

¿Pero cuál es el papel de Mitiga Solutions en esta nueva etapa? La startups combina la ciencia, la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento para generar inteligencia sobre riesgos climáticos.

"Ayudamos a nuestros clientes a entender y a actuar sobre su exposición al riesgo climático a través de nuestra plataforma SaaS EarthScan™ y de nuestros modelos de riesgo de alta precisión", informa el CEO.  

Mitiga está basada en Barcelona y tiene como inversores a Kibo Ventures, Telefónica, Microsoft Climate Innovation Fund, Nationwide Ventures, Creas IMPACTO, Faber y Elaia Ventures.

"Nuestra misión es potenciar la resiliencia de las empresas ante el desafío climático", concluye el CEO. Sin duda, un ejemplo de talento español que está en la cumbre de un sector tecnológico que de ahora en adelante va a ejercer de compañero de viaje en la ardua tarea de adaptarnos a esta otra 'nueva normalidad'.

Empresas obligadas a reportar su riesgo climático

Ejercicio 2024. Las "grandes empresas", según la definición de la UE, deberán informar a partir de este año, lo que incluye a cualquier entidad que cumpla como mínimo dos de los siguientes criterios; contar con una facturación superior a los 50 millones de euros, disponer de más de 25 millones de euros en activos o tener más de 250 empleados.

Cabe recordar que las empresas que no sean de la Unión Europea, pero que obtengan una facturación en la región de más de 150 millones de euros también tendrán que cumplir con esta normativa europea.