A lo largo de la vida las necesidades de vivienda van cambiando y hay periodos en que se necesita acceder a una solución habitacional provisional que brinde calidad y buena conectividad sin renunciar a las particularidades de cada inquilino, sobre todo de aquellos que no siempre encuentran lo que buscan en el mercado tradicional del alquiler.
No es fácil si lo que se busca en un alojamiento temporal en una vivienda de grandes dimensiones, con un diseño y unas prestaciones de gama medio-alta, que no esté en el centro de las ciudades, pero que ofrezca la máxima movilidad y conexión con todo tipo de infraestructuras.
Coliviner ha puesto el poder la digitalización y un modelo con un estándar muy definido al servicio de estas personas, todas ellas con perfiles muy variados, desde parejas que se van a vivir juntos por primera vez, divorciados, nómadas digitales, inquilinos con mascotas, entre otros.
La génesis del proyecto, que está siendo acelerada por Lanzadera -el ecosistema de emprendimiento de Juan Roig- hay que buscarla en las vivencias personales de su CEO y fundador, Álvaro Marse.
"El principal detonante para montar Coliviner no es nada heroico ni 'cambia-mundos'. Acababa de romper con mi novia y, sin más, decidí darme una vuelta por Europa para cambiar de aires. ¡Y vamos si los cambié!, explica en conversación con DISRUPTORES-EL ESPAÑOL el impulsor de la startup.
Marse acabó en Bulgaria, en un 'piji-hotel' reconvertido en 'coliving' -"con muchas comillas", precisa con ironía- donde se dio cuenta de que hay personas que viven "más allá del casa-coche-curro".
Aquella idea se apoderó de su mente y puso a trabajar la maquinaria de la imaginación y la creatividad, germen de toda idea emprendedora.
"Hice amigos de Inglaterra, de Estados Unidos, de México. Eran colegas de muchos lugares distintos que elegían vivir de un lado a otro en sitios cómodos, bonitos, bien conectados con el centro de la ciudad y que no fuera un dolor de cabeza el poder llegar e irse cuando quisieran". Sin darse cuenta, Álvaro Marse estaba dando forma a lo que hoy en día es Coliviner.
A su regreso a España, se puso manos a la obra para cumplir su sueño. "Reformamos mínimamente una casa de mi socia, Chus March (COO en Coliviner) en 15 días y, en menos de un mes, ya teníamos el negocio en marcha y una lista de espera de 20 personas animándonos a que hiciéramos más casas como esa".
"Nuestra idea es ir creciendo de forma orgánica y controlando mucho los procesos y sistemas, para tenerlos bien ejecutados y hacerlos escalables"
Fueron sólo los comienzos de un proyecto que comienza a tomar el vuelo, eso sí, con paso firme y buena letra. Y es que mantener su 'modelo de alojamiento temporal Coliviner', donde la calidad, el servicio y todo lo que conlleva imprimir sus señas propias de identidad, es la prioridad para Álvaro Marse y su equipo.
El avance exponencial del proyecto ha dilapidado sus previsiones iniciales. "Pensábamos hacer un par de casitas y tener 20 habitaciones más y se nos ha ido de las manos porque tenemos proyección de 150 unidades que nos darán trabajo hasta finales de 2025 por lo menos".
El área de Valencia -Ribarroja, Burjassot, Paterna...- y Sagunto copan su oferta de habitaciones, pero también cuenta con un par de propiedades en Albacete y están ya trabajando para abrir nuevos puntos en Madrid, Jaén, Huelva y Cáceres.
"Nuestra idea es ir creciendo de forma orgánica y controlando mucho los procesos y los sistemas, para tenerlos bien ejecutados y poder hacerlos escalables", afirma el responsable de Coliviner.
Un modelo híbrido entre AirBnb y Relaix-Chateau
En este proceso y en su futura evolución está siendo clave la aceleración de Lanzadera. "Con ellos estamos trabajando en el siguiente salto de Coliviner: pasar de operar nuestras casas a implementar nuestro modelo en otras casas de otros propietarios".
El CEO argumenta que el objetivo es avanzar hacia un modelo híbrido entre AirBnb y Relaix-Chateau. "Que tengas muchas opciones donde elegir a nivel mundial (AirBnb), pero siempre manteniendo la calidad en el alojamiento y el servicio (Relaix-Chateau)".
Las señas de identidad Coliviner
Su propuesta, difícil de definir, goza de esa pizca de locura y atrevimiento que tan sólo los emprendedores de raza son capaces de exhibir.
"Nos han tachado de locos porque no hacemos lo que hace la gran mayoría de empresas que ofrecen alquileres de temporada. No estamos en el centro de las ciudades; no tenemos pisos, tenemos chalets; no operamos colivings, hacemos Coliviners, una nueva categoría de alojamientos en casas bonitas, bien comunicadas, en muy buenas zonas, con todos los servicios cerca…", destaca Álvaro Marse.
Tampoco su perfil de cliente es el tradicional. Coliviner mira mucho más allá para abrir el espectro y llegar donde otras propuestas son incapaces de hacerlo.
"No sólo estamos abiertos a los estudiantes o los profesores con nómina fija y desplazamiento desde su pueblo a la ciudad de septiembre a junio. Aparte de este tipo de cliente, hay muchas otras realidades a las que nosotros estamos encantados de tener en casa".
Ahí entran desde parejas que se van a vivir juntas por primera vez y encuentran en esa propuesta habitacional una opción idónea, hasta personas que viven con mascotas y a las que les es difícil en ocasiones encontrar un alquiler a su medida.
"Hay casas en las que aceptamos mascotas; es más, el anuncio que tenemos específico para atraer a personas con mascota es nuestro gratest hit de todos los tiempos, el que tiene más visitas y más conversiones".
"El anuncio específico que tenemos para atraer a personas con mascota es nuestro 'gratest hit' de todos los tiempos, el que tiene más visitas y conversaciones"
Pero la casuística es mucho más amplia: "No podemos olvidar a las personas divorciadas, a los que eligen con cierta edad no vivir solos y, cómo no, hay personas, que tal y como me encontré en Bulgaria, que viajan por el mundo mientras trabajan en remoto y viven en alguna de nuestros Coliviner".
Ser óptimos y rentables es la filosofía que impregna todo el proyecto emprendedor. "Para nosotros las áreas esenciales son las de captación de inmuebles y atención al cliente, y eso lo hacemos entre un par de personas; mi socia y yo",
En cuanto a las adecuaciones y obras de las viviendas, Coliviner cuenta con un equipo de reformistas y en cuanto a limpieza y mantenimiento, empezaron subcontratando pero "ya tenemos equipo interno para controlar la calidad de servicio y optimizar recursos".
Sin lugar a dudas, una propuesta emprendedora que se sale del carril predefinido para encontrar su propio espacio y seguir creciendo despacio, pero con paso firme. Quién le iba a decir a Álvaro Marse que aquella ruptura sentimental y el posterior viaje por Bulgaria iba a dar tanto de sí.