Wattson Smart Charging

Wattson Smart Charging

Startups

Un cargador móvil ultrarrápido para vehículos eléctricos: el invento español que usan Voltio y Europcar y compite en rallies

Wattson Smart Charging ha diseñado unas furgonetas con cargador de alta potencia y batería integrados que les permite aprovisionar “entre seis y ocho coches por cada ciclo” allá donde estén. 

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¿Imaginas quedarte sin batería en tu vehículo eléctrico y no encontrar un cargador cerca? Con la infraestructura pública de recarga todavía en fase de desarrollo, el futuro de la electromovilidad exige soluciones que la hagan despegar definitivamente. “No hay suficientes puntos de carga, sobre todo en los centros de las ciudades, donde no siempre hay potencia disponible y la rotación de vehículos es muy rápida”, explica Albert Casquero, director de producto de Wattson Smart Charging, en conversación con DISRUPTORES-EL ESPAÑOL.

Para dar solución a este problema, esta startup ofrece un servicio de recarga “donde quieras y cuando quieras, sin necesidad de conectarnos a la red”, detalla Casquero. Lo hacen a través de furgonetas que integran un cargador de alta potencia y una batería que les permite aprovisionar “entre seis y ocho coches por cada ciclo” antes de regresar a su centro de operaciones.

“Hay un hueco de mercado para atender a flotas que, por falta de puntos de carga o de potencia en la red, no pueden parar demasiado tiempo”, apunta Casquero. De ahí su foco está en los taxistas, operadores de carsharing y empresas de alquiler, que necesitan mantener sus vehículos eléctricos siempre listos.

Wattson Smart Charging surgió hace tres años con la idea de dar un servicio de emergencia a usuarios particulares que se quedaban sin batería en mitad de la carretera. Sin embargo, pronto descubrieron que el gran volumen de negocio estaba en las flotas. “Estamos lejos de ese servicio de particulares. Igual en un futuro…”, reconoce. Y replantearon su propuesta para cubrir esa necesidad del mercado. 

La compañía tiene su base en Madrid, cuenta con un equipo de más de 20 empleados y una flota inicial de cuatro furgonetas, a la espera de incorporar cinco más en cuanto la financiación lo permita. “Nuestros costes más altos están en la mano de obra y la energía; ese 70% del gasto operativo puede hacernos perder rentabilidad si no optimizamos bien las rutas”, subraya Casquero. 

Recarga de megaflotas 

Aunque proporcionan el servicio allí donde se lo demandan sus clientes, entre los que figuran Voltio, Europcar, Enterprise y Goldcar, también lo ofrecen de manera más centralizada en lugares donde hay una mayor concentración de vehículos eléctricos, como puede ser el aeropuerto o la estación de Atocha, en Madrid. También proporcionan la carga a los vehículos eléctricos participantes en los rallies nacionales de la Real Federación Española de Automovilismo (RFDEA), patrocinados por Repsol, un nicho de negocio en el que tiene previsto crecer en 2025

Uno de los grandes proyectos en el horizonte de Wattson Smart Charging es dar servicio a flotas masivas con camiones que integren múltiples cargadores y baterías aún más potentes. “Nos están pidiendo que en lugar de ir con furgonetas, vayamos con camiones que puedan cargar hasta 10 vehículos simultáneamente”, expone Casquero. Una petición que, según cuenta, procede de grandes operadores que, ante la creciente demanda de movilidad eléctrica, necesitan soluciones de carga escalables para no frenar su expansión.

El reto, según el director de producto, es doble: por un lado, conseguir la financiación necesaria para fabricar esas unidades de mayor tamaño; y por otro, seguir ajustando costes de producción en un mercado donde la competitividad en baterías y cargadores (sobre todo con origen en China) desempeña un papel fundamental. “Los precios de los fabricantes chinos son un tercio de los europeos porque no llevan 10 años de ventaja”, señala, aunque puntualiza que también buscan opciones en Europa para equilibrar costes y suministros.

Para seguir expandiéndose, han abierto una ronda de financiación de 2,6 millones de euros, de los cuales ya han conseguido 1,6, con el fin de “escalar el negocio a otras ciudades como Málaga, Valencia, Baleares o Barcelona, donde nuestros clientes nos piden ir ‘por favor’ porque no pueden cargar allí sus flotas”, recalca el directivo.

Alternativa flexible

El auge de la electromovilidad no avanza tan rápido como podría parecer, especialmente en algunos países del sur de Europa. “En Noruega, el 90% de su flota es eléctrica; en España no llegamos al 2%”, lamenta Casquero. Para él, las razones son múltiples: desde la falta de políticas de subvención eficaces hasta la ausencia de un mantenimiento real de los cargadores instalados en la calle. 

“Hay muchas iniciativas, pero si no se cuida el servicio de recarga, los usuarios se frustran, y eso frena la adopción”. Casquero sabe de lo que habla. Acumula varios años de experiencia en el sector de la movilidad eléctrica, tras su paso por Wallbox, empresa dedicada al diseño y fabricación de soluciones de recarga para vehículos eléctricos.

Con todo, en Wattson Smart Charging confían en que el crecimiento llegará. “Seguimos viendo mucho interés, especialmente en las flotas. Nuestro servicio es una alternativa flexible y escalable a los puntos de carga fijos y nos dicen que soluciona muchos de sus problemas operativos”, concluye Casquero.

Porque si algo ha demostrado esta empresa es que, cuando la infraestructura fija no basta, hay que llevar la energía hasta donde el cliente lo necesite. Y esa, al menos por ahora, es una propuesta tan innovadora como necesaria.