A escala nano, el mundo se ve con otros ojos. Si se mira con lupa la Sagrada Familia, sin ir más lejos, se pueden detectar unas diminutas partículas. ¿Su misión? Formar un escudo antilluvia para el templo de Gaudí. 22 toneladas de producto totalmente invisible al ojo humano. No son las únicas de su especie. Los padres de estas criaturas también han conseguido bloquear un 50% del calor que entra por un cristal o aportar a cualquier metal “incluso más” resistencia al rayado que el propio acero inoxidable. Su nombre es Tecnan y el secreto de su éxito, la pirólisis de llama.
“En 2003 ya trabajábamos con nanopartículas, cuando nadie lo hacía en España”, recuerda el presidente de la empresa navarra, Claudio Fernández. Por aquel entonces Tecnan aún no existía como tal, sino que operaba a través del centro tecnológico Lurederra, del que en 2007 nació la compañía. Más de una década después, mantiene la ventaja. Y es que es capaz de diseñar y producir industrialmente (hasta 13 toneladas anuales) nano gotas totalmente sintéticas con la morfología y el tamaño deseado para cada caso. “Para cada problema, damos con la mejor solución”, apunta.
Esa alta versatilidad se consigue gracias a su tecnología FSP (de pirólisis de llama), que “parte de precursores con una componente orgánica que actúa como combustible y una componente metálica que, al oxidarse bajo pirólisis, genera las nanopartículas”, explica la responsable de administración, Ana Esparza. Mediante esta técnica, Tecnan obtiene un producto “sumamente” diminuto y con una variación “pequeña” en su rango de tamaño.
Durante sus primeros años de vida, la actividad de la empresa se centró en la fabricación de nanopartículas para terceros, principalmente para el mercado nipón. Pero, en 2012 dio un vuelco a su estrategia de negocio: ya no iba a vender a granel, sino desarrollar y comercializar productos propios a partir de su valioso know how. Su solución estrella, Aquashield, protege desde la Alhambra y la Sagrada Familia hasta la Cibeles y la sede del Banco de España. Este compuesto hidrofóbico no sólo evita que el agua traspase los materiales constructivos, sino que impide que el material llegue si quiera a mojarse. Piedra, hormigón, cerámica o madera, indistintamente de su porosidad, aporta mayor repelencia al agua que la competencia gracias a su ángulo de contacto superior.
Bloqueo de calor
Tecnan no deja de innovar en su intento por obtener nanopartículas invisibles que aporten nuevas propiedades a los materiales tradicionales. El vidrio, por ejemplo. La compañía navarra buscaba una solución contra el calentamiento excesivo de los espacios interiores expuestos directamente al sol. Lo ha conseguido con Heatshield, el primer recubrimiento capaz de bloquear el calor sin oscurecer el cristal. “Puede reducir entre un 45% y un 50% la radiación infrarroja del sol, disminuyendo hasta un 60% la demanda de aire acondicionado en edificios acristalados”, comenta el presidente.
El recubrimiento está formado por nanopartículas tratadas con agentes activos en una base de disolvente orgánico (en este caso, isopropanol y etanol). Así logra “abrirse muy bien al cristal y funcionar como espejo al infrarrojo”, aclara Fernández. ¿En qué se diferencia de otras soluciones del mercado? Ninguna consigue esta capacidad de bloqueo sin influir en la transparencia de la superficie. Y es que Heatshield “apenas” afecta al cristal, ya que presenta una transmisión de la radiación visible del 90%. Tras tres años de desarrollo, ya se ha aplicado en hoteles, guarderías y centros de salud de España. “Ha despertado mucho interés en Dubái”.
No todo es piedra y vidrio para Tecnan. El metal no podía faltar. Y aquí la empresa también acaba de lanzar un nuevo recubrimiento, Metalcoat, con tres propiedades únicas. Una, la dureza. “Es más difícil de rayar que el acero”, señala Fernández. Dos, la resistencia a la corrosión. Y tres, la facilidad de limpieza. “El producto evita que las sustancias se peguen al metal, en lugar de eso, fluyen por su superficie”, indica. De ahí que uno de sus usos más prometedores sea las encimeras de las cocinas. La compañía está negociando con un par de grandes fabricantes mundiales de electrodomésticos para incluirlo en hornos de cocina y vitrocerámicas.
La 'estrella' de la reparación de lunas de coche.
Tecnan también ha pensado en los conductores. Su tratamiento basado en nanopartículas GWR repele la lluvia en los parabrisas de los vehículos. “Con la fricción del aire, el recubrimiento desplaza las gotas», explica el presidente de la compañía, Claudio Fernández. "Éste es el producto más vendido de su clase en España”, comenta. “Lo usan todas las cadenas de reparación de lunas como Carglass”. También actúa como un elemento de seguridad vial. Por un lado, evitando la congelación de los cristales en condiciones de heladas. Por otro, aumentando la visibilidad diurna y nocturna en situaciones de lluvia.