El coche deportivo del mañana está hoy en el laboratorio. Para cumplir los estándares (y las expectativas) más altas de la historia, los materiales no podrán mantenerse intactos. “Siempre estamos moviéndonos en el umbral de lo que es técnicamente posible”. La cita es de Porsche, quien afirma estar aplicando esta filosofía a la investigación y el desarrollo de nuevos materiales. “Son el único camino para asegurarnos que podemos generar valor añadido para nuestros clientes a largo plazo”, añaden. ¿Cómo? Principalmente, reduciendo peso (y, por tanto, ganando velocidad) al mismo tiempo que mejorando su seguridad.
“Aunque en 2048 no habrá un Porsche renovable o impreso en 3D, sí que estará fabricado a partir de muchos materiales homogéneos adaptados perfectamente a sus respectivos propósitos”, destaca en nota de prensa. El fabricante ya trabaja, por ejemplo, en mejorar la propia estructura de los deportivos jugando con sus componentes. En este caso ha actuado sobre el llamado pilar A, el elemento vertical más importante del cuerpo de un coche, que tiene la misión crítica de proteger a los pasajeros en el caso de que el vehículo vuelque. Una responsabilidad mayor aún en descapotables.
Para dotarlo de mayor seguridad, los ingenieros de Porsche han creado el “pilar A híbrido 3D”. Se trata de una especie de sándwich de materiales que gana en elasticidad introduciendo láminas de acero dentro de paneles de fibra de vidrio y plástico.
La ventaja es que, en caso de que el coche vuelque, la estructura no cede… pesando cinco kilos menos de lo habitual. “El cuerpo del futuro combina diferentes materiales ligeros como el acero, el aluminio, el magnesio o la fibra de carbono”, señala el director de predesarrollo de estructuras, Mathias Fröschle, en comunicado de prensa.
Otra de las innovaciones de Porsche se ha producido en su mítico Panamera. En concreto, en su pedal de freno. Básicamente, la compañía ha replicado el éxito del pilar A híbrido y ha incorporado paneles de fibra de vidrio en un marco reforzado con este mismo material. “El resultado es homogéneo, más ligero que el metal y permanentemente estable”, indica el ingeniero Edgar Grundke. “Hasta ahora, nadie se ha atrevido a incorporarlo en escala industrial, nosotros somos el primer fabricante mundial que lo hace”. La empresa espera extender este pedal a otros modelos en el futuro.
Ventanillas de cristal de teléfono
Porsche también ha sido pionero en incorporar el típico cristal de los ‘smartphones’ (conocido como Gorilla Glass) en la ventanilla de un coche. Si se le da un golpecito con los nudillos, suena como plástico. “Es lo que todo el mundo cree, pero es cristal”, dice el técnico Markus Schulzki. Este ligero material ya se ha incluido en todas las ventanillas del Porsche 911 GT2 y del 911 Carrera T. Y ahora la empresa también ha logrado curvarlo, algo técnicamente imposible hasta el momento.
El cristal tiene un grosor menor de dos milímetros, pesa un 40% menos y es el doble de resistente a los golpes. Además, presenta una cualidad básica para un deportivo: mejora el sonido. “Las altas frecuencias generadas por el viento en contra se filtran, pero las bajas no. El espectacular sonido del motor se percibe mucho más claro”, afirma Schulzki.
El fabricante de vehículos deportivos también busca la sostenibilidad a través de sus materias primas. De hecho, ya es capaz de crear paneles para puertas con fibras naturales; el problema es que no cumplen los elevados requisitos técnicos. Aunque la Porsche asegura que “muy pronto” tendrá componentes producidos con plantas.