Tener a disposición distintas fuentes de generación de energía limpia no es suficiente para hablar de eficiencia energética. Podemos confiar en la biomasa, en la solar o en la eólica, pero si no sabemos cuánta producir y cuándo para que respondan de la forma más adecuada a las necesidades del momento, sin vernos obligados a desperdiciarla, el objetivo no se está cumpliendo al completo. Y si pensamos en un lugar tan grande y con tanto consumo energético como un hospital, gestionar adecuadamente la energía pasa de virtud a necesidad.

En el Instituto Gallego de Tecnología (ITG) lo tienen claro y por eso han trabajado durante los últimos tres años en el desarrollo de Energy Center, un software que conecta todos los sistemas que contienen información de interés para optimizar la gestión energética. Desde hace un año lo aplican, junto con Ferrovial, en el Hospital de Ourense, que gestiona el operador español con resultados más que positivos: ha permitido reducir en un 15% el consumo energético. ¿Cómo? Gracias al análisis y la predicción basados en datos a partir del sistema de control, planificación y mejora genérica del hospital diseñado por el instituto gallego.

Es importante considerar, eso sí, que este no es un hospital normal, sino que es conocido como el Hospital 2050, un proyecto del Gobierno gallego para hacer del de Ourense un "hospital del futuro" gracias a distintas implementaciones tecnológicas. Así, este ya cuenta con toda una serie de instalaciones novedosas para generar el suministro. "Lo que hacía falta era un sistema de gestión inteligente para combinarlas", explica Santiago Rodríguez, responsable del proyecto en el ITG. Calderas de gas, biomasa, paneles solares o plantas enfriadoras son algunos de los elementos responsables de la alimentación de este hospital. Y Energy Center se ha convertido el responsable de su combinación óptima.

Así, han conseguido predecir con un día de antelación "el mix óptimo de energía". "Se trata de decidir, entre todas las fuentes de generación de las que disponemos, cuáles hay que poner en marcha para tener la energía que se necesitará el día siguiente", cuenta Rodríguez. Y para lograrlo, emplean "mecanismos de inteligencia artificial basados en redes neuronales" que tienen en cuenta circunstancias como la previsión meteorológica, la demanda de servicios esperada, el histórico de atenciones o la temperatura media para saber cuánto consumo se requerirá al día siguiente y cuál de todas será la mejor fuente para proveerlo.

"Lo que hacemos es simular el comportamiento energético del centro. El sistema nos permite dimensionar la envolvente térmica del hospital y sus instalaciones y a partir de ahí entender cómo se comportará", relata el experto del ITG.

Una vez se cuenta con la previsión, se introducen las órdenes de actuación en el sistema, y éste se encarga de encender y apagar los distintos mecanismos y regularlos. Esa es la fase más delicada ya que, como explica Rodríguez, "no es lo mismo apagar la luz equivocada en una oficina que un hospital". Es importante que no haya errores y que el consumo esté siempre garantizado. "Lo que hacemos es enviar una propuesta de actuación responsable de mantenimiento del hospital", dice, garantizando siempre la seguridad para los usuarios.