Un plato de ducha canaliza el agua caliente que se usa y antes de salir hacia el desagüe es conducida por la superficie exterior a un intercambiador de calor. En el interior del mismo circula agua fría nueva, que se precalienta antes de ser utilizada. De este modo, una parte importante del calor del agua se recupera para calentar la nueva agua fría que necesitamos para ducharnos. El objetivo es el ahorro de energía y de consumo.
Este sistema, denominado Waste Water Heat Recovery System, utiliza el calor del agua caliente residual de la ducha para aumentar la temperatura del agua fría que entra en el sistema. El resto de los platos de ducha que hay en el mercado “son más grandes, más altos –con un pequeño escalón de hasta 14 cm que dificulta la accesibilidad–, más complejo de mantener y limpiar, lo que dificulta la instalación en el mercado masivo”, que es el objetivo de Cerian Shower, una startup de Alzira (Valencia), explica a INNOVADORES César González, fundador y CEO.
La tecnología en este tipo de sistemas de ahorro energético hasta ahora era “complicada de aplicar en el gran mercado” inmobiliario. “Nosotros hemos conseguido un plato de ducha fácil de instalar, porque el constructor no tiene que hacer nada especial, y el usuario no va a notar la diferencia entre un plato tradicional y el nuestro porque es de la misma altura, los mismos tamaños…”.
González subraya, en este sentido, que la ventaja y la diferencia competitiva de su producto será “la gran eficiencia y ahorro” que supone su instalación. De hecho, tienen un cálculo de ahorro estimado para una familia de tres personas: 152,05 euros al año. Esta es la diferencia entre instalar un plato de ducha tradicional y uno con este sistema de recuperación de energía, que puede costar alrededor de 200 euros más.
Su plato de ducha, Passive Shower, en diferentes modelos, saldrá al mercado este mismo verano, porque solo están pendientes de establecer la lista de precios y preparar la estrategia comercial y la distribución.
Su mercado está enfocado al sector promotor, porque el reto es alcanzar un consumo masivo, por lo que “no será un gran coste”. Por ello, no descartan la venta a cliente final: “Haremos venta online, pero vía Amazon, en uno de los modelos que menos peso tenga para facilitar la distribución”.
Cómo surgió la idea
En 2008 los tres socios de Cerian Shower patentaron un sistema que ahorraba agua y energía “con unos parámetros certificados que superaban con mucho lo que había hasta entonces” en el mercado. El problema, seguía siendo un sistema complejo a la hora de instalarlo y mantenerlo. Por ello, requería un proceso de estudio e investigación que no pudo realizarse porque “nos pilló la crisis de la construcción y resultó imposible”. Desde entonces, la tecnología ha avanzado y ahora se pueden crear sistemas más sencillos.
El objetivo era simplificar el sistema para hacerlo más fácil para poder instalarlo en un gran número de viviendas y no requiriera un gran mantenimiento. En el proyecto inicial se ahorraba energía antes de introducir el agua en la caldera y, además, utilizar una bomba de calor, que es un sistema eficiente.
Para crear una segunda versión del proyecto, González nos cuenta que miraron en el mercado que opciones existían, pero no encuentran soluciones que se adaptaran a la “instalación masiva”. Por ello, buscan una solución, diseñan un prototipo y se disponen a patentarla. Ya cuentan con la patente nacional y el informe de búsqueda internacional es favorable, por lo que ahora pueden ir a los diferentes países a fijar la patente–.
Los tres socios se muestran cautos en todo este proceso y cuando tienen el producto diseñado, y no solo una idea, se deciden a constituir la empresa, en noviembre de 2017. Y en menos de un año ya están listos para salir al mercado.