¿Los robots deben parecerse a los humanos para que se genere más engagement con el humano, por el contrario, es mejor que tengan apariencia de cosa? Esa es una de las preguntas que la robótica trata de responder y que parece que se ha trasladado al universo de los chatbots o asistentes conversacionales. Con un crecimiento imparable en su implantación, los asistentes conversacionales han llegado para quedarse.
A veces aparecen representados sin imagen, otras con iconos y otras con el aspecto de personas sacadas de un banco de imagen. Pero, ¿qué pasa si utilizamos la inteligencia artificial para utilizar todas las ventajas que ofrecen estos sistemas de comunicación con terceros mediante pregunta-respuesta alimentándolos con las funciones de un cargo que va más allá de la atención al cliente básica? El banco suizo UBS ha respondido a esa pregunta clonando a Daniel Kalt.
El experimento se ha convertido en realidad combinando la tecnología de inteligencia artificial de IBM Watson con el avatar creado por FaceMe. Para lograr el hiperrealismo del mismo, se utilizaron más de 120 cámaras profesionales HD durante medio día. Los avatares del proyecto UBS Companion, que aparte de a Daniel Kalt también incluye a Fin, un asistente genérico, pueden interactuar a través de la voz y el contacto visual con los clientes y sus asesores y se están utilizando ya en las reuniones con los clientes que se realizan mediante videoconferencia. "El objetivo es explorar cómo crear un nuevo acceso sin fricciones a la experiencia de UBS para nuestros clientes y probar la aceptación de los asistentes digitales en un contexto de gestión patrimonial", aseguran desde UBS.
Así, los clientes del banco verán la imagen de Kalt en una pantalla de video y cuando le hagan preguntas este contestará de acuerdo con las respuestas que el verdadero economista jefe le enseñó a utilizar. La tecnología también le permitirá a UBS analizar las preguntas de los clientes para mejorar el servicio y mantener el know how de sus trabajadores en el seno de la compañía.