El gigante automovilístico nipón Toyota Motor ha anunciado que invertirá 428 millones de euros en Uber para desarrollar conjuntamente coches autónomos, que estarán disponibles en esta plataforma de transporte.
Esta colaboración tiene el objetivo de "llevar al mercado el transporte compartido autónomo como servicio de movilidad", y para ello la tecnología de ambas empresas se integrará en los vehículos de Toyota que formarán en la red de automóviles de Uber, anunció en un comunicado la empresa nipona.
El presidente de Toyota, Shigeki Tomoyama, afirmó que se trata de una "piedra de toque" en la transformación de la empresa "en una compañía de servicios de movilidad".
Por su parte, el máximo responsable de Uber, Dara Khosrowshahi, dijo que el acuerdo permitirá a su compañía acercarse al objetivo de "ofrecer los automóviles autoconducidos más seguros del mundo".
En particular, la empresa con sede en San Francisco (EEUU) tiene previsto comenzar en 2021 a desplegar su flota de vehículos sin piloto basados en el modelo de minifurgoneta Toyota Sienna, un servicio bautizado como Autono-MaaS.
La inyección de capital en Uber del segundo mayor fabricante nipón del sector -si se incluye el volumen de ventas de Nissan dentro de su alianza con Renault y Mitsubishi- tiene lugar después de que Toyota realizara una inversión previa en la compañía estadounidense en 2016, por una cantidad que no fue desvelada.
Además, el movimiento de Toyota Motor sigue los pasos del coloso nipón tecnológico y de telecomunicaciones Softank, que adquirió en enero un 15% de las participaciones en Uber por unos 6.594 millones de euros, convirtiéndose en su mayor accionista.
Toyota también anunció en la víspera que cuatro de sus subsidiarias fabricante de piezas de repuesto formarán una empresa conjunta para centrare en fabricar componentes específicos para coches sin piloto.
Aisin Seiki, Jtekt, Advics y Denso se fusionarán en una compañía controlada por esta última con el objetivo de "combinar fuerzas" y desarrollar autopartes como sensores, frenos y sistemas de dirección para vehículos autónomos, según explicaron al presentar la alianza en una rueda de prensa en Nagoya (centro de Japón).
La fuerte apuesta de Toyota por los coches autoconducidos fue bien acogida por los inversores de la Bolsa de Tokio, donde las acciones de la compañía ganaban un 1,85% y se situaban en 7.095 yenes (54,6 euros) transcurrida la primera hora y media de negociación.