La tecnología blockchain no es una política, no es una regulación, es una herramienta", ha subrayado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, al tiempo que ha señalado que hay que trabajar para establecer estándares en la tecnología de la cadena de bloques y sacar partido de sus potencialidades con garantías también para la regulación, que compete a las autoridades públicas.
Para ello, ha incidido en que el primer objetivo es que los gobiernos entiendan el funcionamiento de este registro, que gracias a estar compartido por millones de ordenadores conectados garantiza la inscripción y el archivo de transacciones de forma verificable, permanente y anónima, sin necesidad de intermediarios.
En apenas diez años de existencia, esta tecnología ha mostrado sus capacidades para el mundo de los negocios o la administración, por lo que Garría ha señalado que debe contribuir a las metas de la OCDE: un crecimiento más sostenible, justo e inclusivo.
Estas declaraciones las ha realizado en la apertura del foro sobre esta tecnología digital que se celebra en la sede de la OCDE, donde también han participado tres primeros ministros de pequeños países (Mauricio, Serbia y Bermudas), que se han significado como líderes en el impulso de esta tecnología digital.
El de Mauricio, Pravind Kumar Jugnauth, ha hecho hincapié en que el uso de la cadena de bloques, por ejemplo como mecanismo de identificación personal o para realizar pagos seguros, eleva la productividad económica y es eficiente en término de costos.
Pero también ha puntualizado que "hace falta una profunda comprensión", dados los retos que plantea para confidencialidad o por cómo puede trastocar el mercado laboral, así como por los costos iniciales para su puesta en marcha en la administración.
La jefa de Gobierno de Serbia, Ana Brnabic, que ha hecho de la digitalización de la sociedad su gran prioridad política, ha destacado las "enormes oportunidades de desarrollo". En su opinión, no existe "una respuesta mejor en términos de transparencia" que la puesta en marcha del "gobierno electrónico", pero el problema que ha constatado es la resistencia de los funcionarios a su aplicación práctica.
El representante de Bermudas, David Burt, ha afirmado que, dado que la falta de bancarización de una parte de la población mundial es un freno a su desarrollo, el blockchain puede ayudar a salvar los obstáculos que existen para el acceso de poblaciones pobres a servicios bancarios.
Por último, ha apostillado la necesidad de modificar la imagen negativa que se ha podido asociar a esta tecnología debido a la utilización por organizaciones delictivas del bitcoin: "Tenemos que convencer de que sirve para el bien".