En 2025 más de la mitad de los puestos de trabajo podrán robotizarse, según un estudio del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) que analiza el impacto de la automatización y de las nuevas tecnologías en este sector laboral. A pesar de que la revolución robótica tendrá estas repercusiones negativas, su generalización podría tener un impacto positivo en el empleo humano, según la proyección del informe, dado que se calcula que se podrían crear 133 millones de empleos nuevos en el mundo. Concretamente, el informe espera que en el próximo lustro se creen 58 millones de empleos.
El estudio, titulado El futuro del trabajo 2018, se basa en entrevistas realizadas a ejecutivos y directores de recursos humanos de 20 países -desarrollados y emergentes- y 12 áreas industriales distintas que gestionan más de 15 millones de empleados en el mundo.
Según el WEF, "la Cuarta Revolución Industrial tiene desafíos y oportunidades", por lo que insta al tejido empresarial a llevar a cabo "estrategias de transformación" entre este mismo año y 2022 para aprovechar las nuevas tecnologías, entre ellas la automatización, puntualiza, "para mejorar la creación de valor económico a través de nuevas actividades, mejorar la calidad del trabajo en nuevas ocupaciones emergentes, y aumentar las habilidades de los empleados para alcanzar su pleno potencial al realizar nuevas tareas de trabajo de alto valor añadido, algunas de las cuales nunca antes han sido realizadas por trabajadores humanos". En este sentido, subraya que hay la robotización de los puestos de trabajo que hoy existen tiene que convertirse en una oportunidad para generar nuevo valor en las empresas.
En las conclusiones de este estudio se insta a gobiernos, empresas e incluso a los propios trabajadores a apostar por "reentrenar" las habilidades y las estrategias: "Las habilidades relacionadas con la tecnología y no cognitivas son cada vez más importantes", por lo que es el momento de "invertir en nuevos tipos de educación y capacitación" que favorezcan el futuro de las personas en un nuevo contexto del mercado laboral.
En este sentido, se recomienda a los gobiernos a abordar políticas educativas que hagan hincapie en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, así como en las habilidades no cognitivas que permiten a las personas aprovechar sus capacidades exclusivamente humanas.
Además, en la medida en que las nuevas tecnologías y el aumento de mano de obra aumentan la productividad, y por tanto los ingresos y la riqueza, los gobiernos pueden encontrar en este incremento de capital los recursos para ayudar a quienes tienen que adaptarse a un nuevo mercado laboral. Así, desde el WEF se destacan programas pilotos que ya están en marcha en Bélgica, Canadá, Kenia, India, Brasil y algunos estados de EEUU.
El estudio de WEF muestra que la robotización podría hacer desaparecer 75 millones de empleos tal y como los conocemos ahora de aquí a 2022, dado que se calcula que, en 2025, las máquinas realizarán la mayoría de las tareas ordinarias que actualmente realizan los humanos. Los expertos del FEM destacan, no obstante, que para que dichos empleos puedan ser ejercidos, los trabajadores tendrán que hacer un enorme esfuerzo de formación y adaptación.
Según el informe, los puestos de trabajo que más crecerán serán los de analista de datos, desarrolladores de software, especialistas en comercio electrónico y redes sociales, así como expertos en mercadotecnia. Además, los trabajos que necesitan capacidades típicamente humanas como la creatividad, el pensamiento crítico y la persuasión crecerán claramente en importancia. Sin embargo, los que más decaerán serán los empleos de más baja formación y de trabajo repetitivo.
Concretamente, la encuesta revela que el 54% de los empleados deberán actualizar sus capacidades y conocimientos. La mitad de las empresas respondieron en la encuesta que solo piensan capacitar a los empleados que tienen roles clave; mientras que solo un tercio planea capacitar a los trabajadores en riesgo de perder su empleo. De hecho, el 50% de las compañías esperan reducir los puestos de trabajo permanentes de ahora hasta 2022.
Asimismo, el informe destaca que el 48% de las compañías espera contratar especialistas; el 38% pretende aumentar la plantilla; y el 28% piensa que la automatización traerá nuevas contrataciones.
Robotización
El texto muestra una progresión con respecto al número de horas de trabajo que las máquinas realizan actualmente y las que harán en el futuro. Actualmente, los robots llevan a cabo el 29% del total de tareas, un porcentaje que aumentará a 42% en 2022 y al 52 % en 2025.
Los expertos del foro destacan que este futuro automatizado de la fuerza de trabajo ofrece por un lado señales de optimismo y al mismo tiempo de precaución, aunque concretamente en el área de creación de empleo las expectativas son más positivas que hace dos años porque los ejecutivos tienen un mayor conocimiento de las oportunidades que ofrece la tecnología.
"Al mismo tiempo el enorme choque que la automatización traerá a la fuerza de trabajo global implicará cambios significativos en la calidad, la localización, el formato, y la permanencia de los empleos", subraya el texto.
Es por todo ello que el informe aboga porque los gobiernos se impliquen de forma urgente en gestionar el impacto de las nuevas tecnologías en los mercados de trabajo a través de la actualización de los sistemas educativos, concretamente aumentar el nivel de conocimiento tecnológico de los estudiantes.
Asimismo, se deberían implementar políticas de apoyo al conocimiento permanente; redes de protección social para un mercado de trabajo cambiante; y fomentar la creación de empleo teniendo en cuenta la demanda local y global.
Para las empresas, el informe sugiere aumentar las capacidades y conocimientos de sus propios empleados, tanto los fijos, como el de los temporales, en los que van a confiar cada vez más.