La mitad de los españoles cree que la innovación tecnológica aumenta la desigualdad social y destruye más empleo del que crea, según los datos de la segunda edición de la Encuesta sobre percepción social de la innovación en España, elaborada por la Fundación Cotec y Sigma Dos a partir de 2.402 entrevistas telefónicas.
Un 49% de los encuestados opina que la innovación tecnológica destruye más empleo del que crea, frente al 46% que opina lo contrario. Estos resultados invierten la percepción recogida en 2017, cuando la confianza en la tecnología como generadora de empleo iba por delante (52% frente a 44%). La distancia entre los que tienen una visión optimista de la tecnología como generadora de empleo y los que se muestran pesimistas al respecto ha crecido 11 puntos a favor de los agoreros en un año.
El 66% de los participantes cree que muchos o bastantes puestos de trabajo actuales serán sustituidos por máquinas en los próximos años y que éstas serán capaces de desempeñar no solo muchas tareas rutinarias, sino también tareas creativas. Ante esta perspectiva, un 36% de la población activa se considera incapacitado para competir en un mercado laboral cada vez más automatizado y con fuerte presencia de las tecnologías de información y comunicación. Entre los que no se ven capaces de competir, un 45% dice que no se siente capaz de cambiar y adaptarse y un 41%, que no tiene recursos económicos para reciclarse.
No obstante, frente a esta visión general, cuando se pregunta a los españoles si creen que un robot podría sustituirles a ellos en su puesto de trabajo, un 57% dice que eso no sería posible de ninguna manera, lo que supone diez puntos de aumento de confianza respecto a un año antes (47%).
En cuanto al impacto de la innovación tecnológica en la vida laboral y personal, el 60% de los españoles cree que la tecnología favorecerá la conciliación y el 54% que reducirá la brecha laboral entre hombres y mujeres.
Preguntados por el efecto de la innovación tecnológica sobre la desigualdad social, un 49% de los encuestados sigue opinando que este impacto es negativo, frente al 38% que opina lo contrario. Este resultados es menos pesimista que en 2017, cuando la visión negativa ganaba por el doble de diferencia (57% y 35%, respectivamente).
Respecto a la posibilidad de que ante los cambios que se están produciendo en la sociedad y la economía el Estado pague una renta básica universal, un 54% de los encuestados se muestra a favor de esta medida. Entre los partidarios de ella, un 60% estaría además dispuesto a pagar más impuestos para financiarla. Este último dato baja hasta el 39% cuando se incluye en la respuesta a quienes rechazan la renta básica universal.
Otros datos de interés que recoge la encuesta son que un 84% de los españoles es partidario del derecho de los trabajadores a la desconexión digital, un 28% practica el teletrabajo, un 76% rechaza que algunas empresas se lucren con sus datos personales, un 46% ha consumido en el último año bienes y servicios basados en las nuevas plataformas de negocio digital y un 25% ha ganado algún dinero con ellas.