Los dos ganadores del 'nobel de la educación' de este año, el Yidan Prize a la innovación en la enseñanza, coinciden en un diagnóstico: "La educación tiene que cambiar, va a cambiar radicalmente, de aquí a 20 años". Y no se refieren precisamente a contenidos o asignaturas, ni a la conveniencia de promover carreras STEM o humanidades.
Anant Agarwal, fundador y CEO del sistema de enseñanza online edX, creado en colaboración entre el MIT y Harvard, es distinguido en la categoría de 'Desarrollo' de la enseñanza. El científico de datos de la Universidad Northwestern de Chicago Larry Hedges, lo es en la categoría de 'Investigación'. Cada uno de ellos recibirá unos 3,7 millones de dólares (la mitad destinada a sus respectivos proyectos), un premio que, en un aparte con INNOVADORES, Hedges confiesa que le parece "asombroso". Aunque de inmediato añade: "¡Pero yo no me voy a quejar!".
Las razones vitales y profesionales para que ambos coincidieran para la presentación de sus galardones esta semana en Cambridge, en el ámbito geográfico del inmenso campus del MIT, son muy diferentes. Agarwal proclama que "la educación es un derecho fundamental del ser humano", y se aplica a facilitarlo ofreciendo de manera instantánea toda clase de "cursos de calidad, gratis" a través de su "organización sin ánimo de lucro". Hedges pone la estadística y el análisis de datos al servicio de averiguar "qué funciona y qué no en la educación, para facilitar la toma de decisiones a los responsables y a los políticos legisladores", para que puedan planificar con el mejor conocimiento posible.
El CEO de EdX plantea cuatro objetivos para el cambio de la enseñanza en los próximos 20 años: "Acceso universal a una educación de alta calidad, al alcance de todos. Hacerla modular, para facilitar que sea compartida por diversas plataformas, que puedan incorporar los materiales. Que sea omnicanal, no sólo presencial o sólo a través de internet, sino que pueda ser impartida a través de cualquier sistema de comunicación. Y que se plantee como educación continua, durante toda la vida, porque es necesario conocer y adaptarse a los cambios y nuevos conocimientos que van surgiendo".
Hedges aporta su experiencia personal, como hijo de una familia sin recursos en "la California Central, la California pobre. La educación transformó mi vida y ahora pienso que se puede transformar la educación para cada niño en el mundo".
Su punto de partida es que "la educación es una ciencia social y esto puede ayudar a comprender mejor los problemas que afrontamos. Lo que creemos que funciona depende de nuestra propia experiencia personal. Hacemos generalizaciones sin tener experiencias del resto del mundo. Lo trágico es que en educación primaria y secundaria nunca sabemos si lo que intentamos funciona hasta muchos años después", añade Hedges.
"Mi pequeña contribución empezó 40 años atrás, en Stanford", recuerda. "Inicié mi propia investigación académica sobre la educación. No era un campo con buena reputación, porque no había un método muy científico. Los estudios se basaban mucho en ideas subjetivas. ¿Qué funciona? Muchas veces depende de las circunstancias y las cosas evolucionan…". Señala que muchos de los estudios se hacían exclusivamente sobre población blanca.
Con el análisis científico de los datos, concluye, "hay que aplicar un poco de sentido común. Si una práctica educativa se demuestra que no tiene efectos significativos en ocho de cada 10 estudios, podemos considerar que no es muy prometedora, pero tal vez esas dos experiencias positivas ofrecen exactamente lo que se buscaba… quizás hay que darle una oportunidad".
Hedges pone un ejemplo médico para subrayar la importancia de evaluar correctamente el análisis de datos: "En 1959 se hizo un primer ensayo de una intervención para tratar un problema cardiaco. De un total de 10 estudios hasta 1974, sólo dos demostraron que funcionaba. En 1988, de 34 estudios, cinco lo acreditaban y 29 no. No parecía una técnica que fuera a revolucionar la medicina, pero esa práctica, era un tipo de trombolisis que hoy es un estándar. Los 10 estudios que en 1974 ya acreditaban un 20% de éxito significaban estadísticamente que se podían salvar 100.000 vidas al año. De 1974 a 1988 se habrían salvado al menos un millón de vidas".
Hedges reconoce que la educación "es un negocio complejo", una actividad en la que se gasta mucho dinero. Reclama "desarrollar mejores mecanismos para difundir los resultados de análisis entre profesores y legisladores, y que los criterios sean públicos y transparentes".
En contraste con el complejo mundo de equilibrios sociales en que se mueve el trabajo de Hedges, la posición y la actividad de Anant Agarwal es más fácil de explicar. "En Estados Unidos, la educación es una cuestión de dinero. En la India es una cuestión de calidad. Un estudiante en Estados Unidos puede elegir entre muchas universidades para recibir una enseñanza de gran calidad. Pero tiene que pagarlo y en muchos casos endeudarse. En la India la mayoría sólo recibe una educación de baja calidad", afirma con apasionamiento.
"Las aulas donde se imparte la mejor enseñanza son limitadas, por eso el futuro depende de abrirlas como hacemos nosotros". El sistema de enseñanza online Edx ofrece en la actualidad "2.400 cursos, en micromásteres y microbachelors [micro licenciaturas], y también másteres completos. Desde la ciencia más avanzada hasta las humanidades. Estamos asociados con universidades de todo el mundo, tenemos 140 socios, y más de 64 millones de estudiantes". Todos los cursos son gratuitos, pero también ofrecen "un certificado, pagando una pequeña cantidad, que acredita la titulación [si se aprueba: hay que examinarse] por universidades de prestigio, para buscar un trabajo".
La receta revolucionaria de Agarwall es clara: "Hasta donde llega internet llegan nuestras aulas y aquí caben todos los que se quieran matricular. Así que yo les digo a los gobiernos que tienen problemas para ofrecer educación a sus estudiantes 'no inviertan en ladrillo [para construir centros], háganlo en internet'. Es más barato y ofrece muchas más posibilidades y calidad de enseñanza".
La ceremonia de entrega de los premios Yidan tendrá lugar en Hong Kong el 10 diciembre, coincidiendo con la cumbre educativa anual de la Fundación creada por Charles Chen Yidan, cofundador del gigante chino del comercio electrónico Tencent, entregado ahora a la promoción de la educación y la filantropía.