Japón, la cuarta economía más automatizada del mundo, mira hacia el futuro con pesimismo por la creciente implantación de robots industriales: casi nueve de cada diez japoneses (89%) creen que en el próximo medio siglo los robots y computadoras realizarán gran parte del trabajo que actualmente desempeñan los humanos y un 74% considera que esto conducirá a la falta de empleo y un 83% que contribuirá a empeorar las desigualdades salariales, según una encuesta del Pew Research Center.
A pesar de que los japoneses se muestran más optimistas sobre su economía que en cualquier otro momento de los últimos 20 años, creen que la próxima generación tendrá un futuro peor y temen el impacto laboral de la automatización. Este es uno de los niveles más bajos de optimismo para la próxima generación entre los 27 países estudiados por el centro estadounidense, un pesimismo que "puede estar vinculado a las preocupaciones sobre la automatización", señala la encuesta.
Un 44% de los japoneses cree que la economía del país es buena (34 puntos más que en 2009, en los albores de la crisis financiera global), aunque sólo un 15% piensa que la próxima generación vivirá mejor que sus padres, mientras un 2% considera que estarán igual.
Japón es con 303 robots industriales por cada 10.000 trabajadores la cuarta economía más automatizada del mundo, después de Corea del Sur (631), Singapur (488) y Alemania (309), según un informe de la Federación Internacional de Robótica (IFR) publicado este año.
El país asiático ha venido recurriendo a la automatización para paliar el acelerado envejecimiento demográfico y la caída de la tasa de natalidad, que se espera que conduzcan a una disminución de la población desde 127 millones a 88 millones en 2065, dice el estudio.
Política e inmigración
El empleo de esta tecnología en el mundo laboral también estaría ligado a la reticencia de los nipones hacia la inmigración: un 58% considera que el Gobierno debe mantenerla en su nivel actualmente poco significativo, mientras un 23% cree que debería aceptar a más inmigrantes y un 13% quiere menos miembros de otras naciones.
Esta reticencia no parece reflejar la visión de los inmigrantes que tienen los japoneses, con un 59% que piensa que fortalecen al país con su trabajo y talento, y un 60% y 52% que no creen que su presencia conlleve un mayor riesgo de terrorismo o un incremento de la criminalidad, respectivamente.
El número de extranjeros residentes en Japón es aproximadamente de dos millones, según los datos recogidos en el portal de la Oficina de Inmigración del Ministerio japonés de Justicia.
El sondeo también indaga sobre la percepción del Gobierno del primer ministro Shinzo Abe (en el cargo desde diciembre de 2012) entre los japoneses, que en un 48% de los casos confían en su buen hacer, su nivel más bajo desde el primer mandato de Abe (2006-2007) y por debajo del máximo del 62% registrado en 2015.
Por otro lado, un 56% se muestra insatisfecho con su sistema democrático y son especialmente escépticos con las elecciones (un 62% piensa que no cambian nada), con la actitud de los funcionarios, que una mayoría (62%) cree que no se preocupan por la gente, y la corrupción: el 53% considera que la mayoría de sus políticos son corruptos.
La encuesta del Pew Rerearch Center fue realizada entre el 24 de mayo y el 19 de junio de 2018 con una muestra de 1.016 japoneses.