Los españoles de FICEP S3, que tiene su sede en Vilassar de Dalt (Barcelona), han conseguido crear un hormigón sostenible a partir de los desechos que se generan con la impresión 3D. Se trata de un nuevo sistema que aprovecha residuos como polvos de plástico, tintes, agentes, esferas de cristal u óxido de aluminio para generar un híbrido de hormigón, que es una alternativa sostenible para la industria para la construcción.
Con este nuevo material de construcción, la firma de ingeniera industrial, que ha trabajado durante varios meses para desarrollar este sistema, evita la contaminación ambiental no solo de los micro plásticos, sino también la generada a causa de la fabricación de hormigón.
Esta empresa barcelonesa ha apostado por reciclar estos deshechos sobrantes de su proceso de fabricación 3D, que utiliza, entre otros, varios termoplásticos y diferentes agentes químicos.
Para llevar a cabo el nuevo híbrido de hormigón, esta firma ha desarrollado una máquina, con la mayoría de piezas fabricadas e impresas en 3D, que optimiza el proceso y garantiza de forma automática una mezcla de materiales equilibrada, sin necesidad de intervención de humana.
Según la empresa, el resultado, probado en moldes decorativos en forma de baldosa, muestra un material arenoso con una resistencia equivalente de esa misma forma construida con cemento.