La FDA (la agencia federal de alimentos y fármacos) de EEUU ha puesto en marcha un proyecto piloto para establecer el blockchain como tecnología de verificación, con el objetivo de que “los productos sospechosos e ilegales no entren en la cadena de suministro y en última instancia no lleguen a los pacientes”.
El proyecto persigue conocer y controlar mediante la trazabilidad y el “rastreo electrónico” dónde se ha localizado un medicamento ‘sospechoso’ y quién lo ha manejado, así como establecer un método para verificar que un fármaco sea legítimo y no esté alterado.
Este sistema electrónico e interoperable será capaz de detecar en cualquier punto de la cadena de suministro medicamento para poder poner en cuarentena cualquier producto sospechoso.
Por el momento, la participación en este programa es voluntaria y está abierta a todos los agentes de la distribución farmacéutica: desde fabricantes hasta envasadores y distribuidores.
La previsión de la agencia es que este sistema de seguimiento y rastreo entre en vigor en 2023, como parte de una ley de seguridad de la cadena de suministro de medicamentos.