Los científicos del proyecto Cyclag, en el que han participado seis centros tecnológicos de España y Francia, han logrado producir biodiésel a través del aceite obtenido de microalgas cultivadas, lo que permitiría elaborar este biocombustible a un precio estimado de 3,3 euros por litro.
Los impulsores del proyecto han explicado que este avance con las microalgas permite que la actividad productiva se pueda desarrollar en cualquier localización geográfica, lo que puede suponer una alternativa en un futuro próximo frente a cultivos agrarios oleaginosos, como la colza, que actualmente se destinan a la producción de biocombustibles.
La investigación ha concluido que el aceite extraído de esta microalga es de buena calidad y se puede transformar en un biodiésel que cumple con los estándares marcados por la ley que regula la venta de biocombustible. Así, los resultados de esta última fase del proyecto, en la que se ha realizado un análisis de viabilidad económica, indican que un litro de biodiésel obtenido de microalgas podría costar 3,3 euros, y aunque el coste es aún superior al del biodiésel convencional en Europa, los investigadores han indicado que aún hay margen de mejora para hacer este producto más competitivo.
La principal ventaja radica en que las microalgas heterotróficas proporcionan una productividad de aceite por superficie 50 veces superior a la de la palma (la oleaginosa más productiva), mientras que ocasionan un impacto medioambiental mucho menor, y a esto se suma que evitan la competencia alimentaria y la competencia por terrenos de uso agrario.
Además, el proyecto ha combinado diferentes tecnologías para lograr una valorización integral de la biomasa de microalgas gracias al procesado de la biomasa resultante de la extracción de aceite para la obtención de aminoácidos, biogás y fertilizantes.
Este trabajo ha servido para validar la aplicación de los cultivos de microalgas para la producción de biodiésel y otros bioproductos y como una estrategia innovadora que proporciona un valor agregado a los desechos orgánicos generados por la industria agroalimentaria al convertir lo que antes se consideraba residuo en nutrientes que permiten la producción de biomasa y aceite.
Cierre del proyecto
El proyecto ha celebrado este martes su jornada de cierre y presentación de resultados en el centro de Neiker-Tecnalia (la entidad que lidera este proyecto europeo) de Arkaute (Vitoria), donde se ha demostrado la viabilidad del uso de microalgas heterotróficas, que no dependen de la luz para su crecimiento, en la elaboración de este combustible. El consorcio del proyecto Cyclag lo lidera Neiker-Tecnalia y cuenta con la participación del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER); la Fundación Tecnalia Research & Innovation; la Asociación de la Industria Navarra (AIN); la Asociación para el Medio Ambiente y la Seguridad en Aquitania (APESA) y el Centro de Aplicación y Transformación de Agro Recursos (CATAR-CRITT). Este grupo de investigación forma parte de un programa de cooperación territorial España-Francia-Andorra en el marco del programa POCTEFA 2014-2020 y ha sido cofinanciado al 65 % por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020).