Israel acuña la etiqueta de Startup Nation, el país más amigable para el emprendimiento… Y, entonces, ¿qué hace una startup israelí en una ‘desaceleradora’ frente al mar de Menorca, mezclada con otras 19 de cualquier lugar del mundo (seis españolas) sometidas al plan de Marcos Martín en tres etapas: frenarse para respirar, enfocarse para validar el modelo de negocio y aplicarse a crecer? "Me gusta España -estudié un MBA en Barcelona- mi empresa tiene la mente en Latinoamérica, un buen mercado para nosotros, y aquí pueden estar los inversores para dar el salto", explica Amir Sadras, CEO de Fugu.
Fugu es una fintech israelí que evalúa riesgos de fraude en comercio electrónico, estudiando la huella digital del comprador, en su comportamiento y transacciones. "Hay tiempo hasta que el producto sale del almacén", dice Sadras, que valora que "aquí se concentra en diez días lo que en una aceleradora te lleva seis meses".
Su idea es resolver "el fraude online y, lo que es peor, el miedo al fraude, que paraliza a los comerciantes". Podría decirse que llegó a Menorca con los deberes hechos, aún antes de escuchar a Martin Varsavsky, uno de los hitos clave del programa, que este año ha estrenado el nombre de ‘Decelera’ (antes era ‘Menorca Millenials’).
El CEO de Fugu cumple ya el primer precepto que Varsavsky, prototipo del emprendedor en serie, ofrece primero en una conversación con INNOVADORES y luego a los participantes en el programa, sudorosos tras acompañarlo por la isla en un escarpado paseo en bicicleta con algunos lesionados.
"Hay que meterse en los grandes problemas, para aportar algo útil para solucionarlos", asevera Varsavsky. "Hay que pelear: cuando el mundo nos parece que está mal, siempre hay muchos que les parece que está bien. Ya sea el cambio climático, o gente que dice que elegir entre muchos operadores de telecomunicaciones es un rollo y que todo era más fácil cuando había uno solo. Hay quien dice que la reproducción asistida desafía a Dios, cuando yo creo que es hacer el trabajo de Dios. El cambio climático es importante, pero curar el cáncer y las enfermedades coronarias es más importante".
El itinerario del emprendedor argentino, empezó con negocios en el ladrillo ("Cuando era estudiante trabajé, efectivamente, en el sector, construyendo lofts, en New York", recuerda), hizo una incursión en biotecnología ("estudié medicina, tenía malas notas; no salí doctor"), pero su hallazgo fueron las comunicaciones: Jazztel, ya.com y más tarde, Fon.
"Cuando empecé con Jazztel, Telefónica era un monopolio malo y caro. Al salirle competencia, no sólo triunfó Jazztel sino también Telefónica. Surgió un ecosistema de servicios infinitamente mejores", asegura.
Luego, Eolia, porque "había que arreglar que la energía viniera de fuentes que no emiten CO2, para frenar el cambio climático". Y, ahora mismo, "Prelude, la cadena de clínicas de fertilidad más grande de Estados Unidos, donde tratamos de arreglar que un tercio de la gente que quiere tener hijos no puede, porque los tienen tarde. Nuestro cuerpo no está hecho para tener hijos a los 30 y 40 años, sino a los 20. Con reproducción asistida y la congelación de ovocitos estamos arreglando un problema importantísimo: empezar una familia".
Su segundo consejo sería, una vez elegido un desafío, perseverar: "Siempre hay que tener la misma visión. Con capacidad para cambiar la táctica, pero no cambiar la visión, sino probar diferentes estrategias de ataque. Ser cabeza dura, no escuchar a los que dicen que esto no va a funcionar y saber hacer alianzas, trabajar con otras empresas y con otros emprendedores, colaborar... Y lo que dice este evento, ‘vamos a desacelerar’. En vez de estar todo el día en la carrera de ratas, vamos a descansar, meditar y pensar. Se llega más lejos".
El dinero
Una última cuestión, siempre asociada a los proyectos tecnológicos: ¿Qué papel debe jugar el dinero, el deseo de ganar dinero?
"Para que te vaya bien en un emprendimiento no hay que estar pensando en que uno quiere ganar dinero, hay que pensar en querer conquistar a los clientes, hacer un producto estrella y que en la empresa haya muy buen ambiente. Que los empleados estén contentos y crean que, de todas las opciones que podrían tener en su vida, trabajar en esta empresa es la mejor", asegura.
Y añade: "Si uno se lleva bien con los socios, los empleados, los clientes y los inversores, el dinero es la consecuencia de todo eso. Una de las empresas más exitosas del mundo, Amazon, no ganó dinero en 19 años. Y la que más dinero gana es Apple, que hace cuatro años que está estancada. Gana demasiado. Es la única gran empresa de tecnología que distribuye dividendos. Cualquier empresa creativa no da dividendos porque siempre tiene otra idea para hacer algo nuevo". Fin de la lección.
De Sudáfrica a Europa
Otra startup llamativa en Menorca es la sudafricana Mice Master, que se plantea trasladarse a Europa. Optimiza gastos de viajes de empresa. De las españolas, Last Basic desarrolla una plataforma colaborativa para que una pyme pueda probar su proyecto desde el diseño, hasta un prototipo físico por impresión 3D. La plataforma SaaS de Moonshot ofrece un ecosistema propio de innovación a la medida de cada empresa.