A lo largo de su dilatada historia, la francesa L’Oréal ha protagonizado numerosas compras que le han permitido configurar una cartera de más de una treintena de marcas distintas en el sector de la belleza, la cosmética y el cuidado personal. Por eso, a nadie le sorprendería una nueva adquisición de esta multinacional, de no ser porque la que llevó a cabo a principios de 2018 rompía claramente con los moldes que había preestablecido. En marzo del pasado curso, L’Oréal se hizo con el control de ModiFace, una startup canadiense dedicada a la realidad aumentada. Una empresa puramente tecnológica que permitía, entre otras cosas, pruebas virtuales de maquillaje, coloración y diagnósticos de la piel. Una empresa de ingenieros (70 empleados en el momento de la operación) y que supuso la consolidación de la estrategia de transformación digital del coloso galo.
Para Parham Aarabi, fundador y CEO de ModiFace, este salto era lo más obvio para cambiar la forma en que todos entendemos la belleza en nuestros días: "Yo fui profesor en la Universidad de Toronto durante 20 años y hace 10 comencé a darme cuenta de que había interés en el sector de la belleza por poder probar los productos de manera digital, por ejemplo las barras de labios o los tintes de pelo. Y vi claro que esa necesidad podía cubrirse con tecnologías de realidad aumentada, haciéndola más realista, pudiendo detectar cada pelo y los rasgos faciales clave, y sencilla para el consumidor, que pueda usarla como un espejo digital, sin que haya ninguna barrera para usarla".
En estos momentos, L’Oreal ya ha incorporado la técnica de ModiFace en un sinfín de herramientas, incluyendo tanto los espejos virtuales para peinados y barras labiales, como para el diagnóstico del envejecimiento de la piel. Un trabajo que, aunque pueda parecer banal, no resulta para nada sencillo. "Hacemos muchas pruebas con diferentes personas en distintos entornos de iluminación, comprobamos que los colores sean precisos y que la detección de cada parte de la cara sea correcta. Luego empleamos machine learning para ir mejorando más y más la fiabilidad de nuestra tecnología", explica Aarabi. Con vistas al futuro, ModiFace busca estar presente en "todos los puntos de contacto con el consumidor", también en áreas más relacionadas con la mejora de la salud en las que esta innovación "tiene que tener una importante validación científica detrás".
Pero no solo de nuevas aplicaciones va el asunto, ya que ModiFace y L’Oreal ya están inmersos en ofrecer nuevos espacios donde poder utilizar estas herramientas de realidad aumentada, por el momento limitados a sistemas específicamente diseñados para tales fines y que se pueden ubicar en tiendas o zonas comerciales. "Trabajamos constantemente en nuevos puntos de contacto, algunos de ellos muy difíciles. Por ejemplo, poner esta tecnología de 30 frames por segundo con un realismo total en un navegador de escritorio de un ordenador de hace cinco años es todo un desafío", admite Parham Aarabi.
"Estamos limitados técnicamente por la cámara y el procesador. Pero hay algunas utilidades que estamos estudiando, como una suerte de espejo mágico que puedas colocar en el baño y que te diga cuáles son los mejores productos para tí. También queremos que la experiencia sea lo más natural posible, por lo que incorporamos voz y retroalimentación como si estuvieras hablando con un asesor de carne y hueso".
Privacidad ante todo
Parham Aarabi se muestra seguro respecto a la política de privacidad de estas tecnologías de realidad aumentada: «Nunca recopilaremos datos de ninguno de nuestros consumidores. Las imágenes se procesan localmente, no hay transmisión que se conserve a largo plazo y tampoco hay más información personal del usuario».