La primera granja flotante del mundo ya es una realidad en Rotterdam. Una gran construcción de tres pisos en un espacio de 900 metros cuadrados, que funciona con energías renovables. Floating Farm funciona de la forma más autosuficiente y circular posible. La tecnología aquí se alía con la sostenibilidad y el bienestar animal.
Es un edificio moderno y totalmente transparente. Desde el puerto Merwehaven en Rotterdam puede verse como funciona. Los paneles solares flotantes que rodean esta granja cubren sus necesidades de energía. El agua se obtiene de la lluvia que se recoge en el techo y luego se purifica. El alimento para las vacas procede en buena parte de los restos orgánicos que se producen en la ciudad y el estiércol de los animales sirve de abono para los jardines de la ciudad. El circulo se cierra con el ordeño de los animales y la producción de productos lácteos que se venden en la propia granja o en algunos supermercados como Lidl.
Un equipo de robots serán los encargados del ordeño de las reses y de la limpieza del recinto. Los animales pueden incluso pasear por un pequeño huerto que forma parte de esta moderna construcción. Producen a diario 800 litros de leche.
Conseguir el autoabastecimiento de la ciudad
La idea surge en 2012 cuando Peter van Wingerden, CEO de la empresa, estaba en Nueva York trabajando en un proyecto para construir una casa flotante en el río Hudson. La devastación provocada en EEUU por el huracán Sandy, y los problemas de abastecimiento para las ciudades, le hizo pensar a este ingeniero que había que buscar una solución para acercar los productos frescos a los consumidores.
Albert Boersen, su socio, creció en la granja lechera de sus padres en Friesland. Se doctoró en Administración de Empresas y Agronegocios. Él es responsable del cuidado de las vacas y los establos y quien se encarga de organizar las visitas guiadas a esta instalación flotante. Los viernes y sábados muestra a centros escolares y turistas cómo funciona esta granja.
Puede que las áreas urbanas no parezcan a primera vista los lugares más idóneos para una granja, pero si tenemos en cuenta que las previsiones anuncian que en 2050 el 70% de la población vivirá en grandes urbes, este tipo de instalaciones pueden ser una buena solución para conseguir productos de proximidad y, sobre todo, para reducir la contaminación generada por el transporte.
‘Transfarmation’
Los impulsores de esta iniciativa hacen un juego de palabras para explicar su propuesta. Hablan de Transfarmation: transformar las granjas. Conseguir productos saludables, de proximidad, en la propia ciudad, con tecnología que haga posible la sostenibilidad y dar a conocer para implantar la economía circular.