El artista Daniel Canogar ha trabajado tres años en "dar forma" al "Big data", algo "invisible" pero que invade cada momento de la vida cotidiana. El resultado se ha plasmado en seis abstracciones animadas que integran la exposición Memorias líquidas, que se abre el jueves al público la Sala Kubo de San Sebastián.
Canogar (Madrid 1964) ha presentado este miércoles esta muestra, producida por la Sala Kubo Kutxa Fundazioa, donde estará hasta el próximo 6 de enero, que toma el concepto de modernidad líquida acuñado por el pensador Bauman Zygmunt para definir a una realidad "intangible".
Un mundo "constantemente cambiante, muy software en su comportamiento donde nada permanece y todo cambia y que genera inestabilidad e inquietud en el ciudadano", ha explicado Canogar, un artista que desarrolla su carrera entre España y Estados Unidos y cuyos inicios estuvieron ligados a la fotografía, aunque pronto exploró el vídeo y la instalación.
"A los artistas nos gusta darle forma a lo invisible y no hay nada más invisible que el mundo del 'Big data' que está en nuestra tecnología y en todas partes", asegura Canogar que se ha propuesto "poner cara" a esta realidad que nos rodea para "poder enfrentarnos a ella y darnos cuenta de lo que significa".
Memorias líquidas trata de llevar al espectador a una reflexión sobre esa "realidad algorítmica" que surgió en 2007 con la puesta en marcha de Facebook, la salida al mercado de los teléfonos inteligentes y el asentamiento del nuevo sistema de la economía global que los ciudadanos "no acaban de entender" y a la que los artistas "tratan de dar un sentido", ha señalado.
Las composiciones de esta muestra, en la que resultan imprescindibles para el visitante las explicaciones de la guía en papel que se ofrece a la entrada, ahondan en el "flujo constante" de información a la que se somete el ciudadano actual que "no es capaz de procesar" y le mantiene "distraído", ha explicado la comisaria Lola Durán.
Canogar, junto con un equipo de siete personas que conforman su estudio (entre las que figura un programador y un ingeniero), crea algoritmos y los transforma en animaciones dotadas de una estética cercana a la abstracción pictórica, una corriente que rechazó en su juventud pero que ahora considera "muy conveniente" para reflejar conceptos como la "expansividad y el exceso visual" que impregna la vida cotidiana.
Así en "Cannula" un algoritmo matemático realiza búsquedas de temas prestablecidos en YouTube que se van descargando en una pantalla pero se van desdibujando y diluyendo como un "líquido".
"Xylem" recoge mediante el mismo sistema la cotización en bolsa de 383 fondos índices de todo el mundo y conforma una animación en vertical cuyos cambios de color, cada quince minutos, recogen las fluctuaciones en tiempo real en los mercados bursátiles.
Canogar ha destacado el aspecto "hipnótico" y de "mantra" de estas composiciones a través de las cuales ha descubierto que en este "mundo caótico" existe "cierto orden interno que también tiene belleza". De esta manera se basa en los números del índice Nasdaq de Nueva York para elaborar una "experiencia sensorial"
La conciencia con el Medio Ambiente es otro de los ejes de la carrera de Canogar, presente en la serie ECO, una de cuyas piezas, Basin, recoge los datos de lluvia de 195 capitales del mundo y reacciona según la intensidad de los registros de precipitaciones.