Tejer hormigón como tejer un calcetín o un jersey para desarrollar un nuevo sistema de encofrado con el que la construcción de edificios sea de bajo coste. Esto es lo que ha conseguido la investigadora Mariana Popescu de ETH de Zúrich (Suiza) para construir estructuras complejas de forma económica, rápida y con una huella de carbono mucho menor.
Así, esta arquitecta rumana del ETH descubrió cómo el encofrado tejido se puede tensar con cables de acero para crear una forma geométrica fuerte que se puede recubrir con pasta de hormigón.
El método KnitCrete, como se ha bautizado, permite una construcción “eficiente y respetuosa con el medio ambiente” si lo comparamos con los sistemas más estándar de construcción, que implican trabajar con moldes o encofrados difíciles de manejar en los que se vierte hormigón recién mezclado. “La realización de este encofrado es muy costosa y requiere mucho tiempo, especialmente en el caso de formas geométricas más complejas”, explican fuentes del ETH.
Además, el gran peso de estos bloques provoca un desgaste considerable del material, por lo que ahora, junto con su equipo de fabricación digital del Swiss National Centre of Competence in Research NCCR, está intentando “repensar” técnicas de construcción” para “liberarse de las limitaciones de la construcción tradicioanl”, subraya Popescu.
Esta joven arquitecta ha sido una de las elegidas entre los Innovadores menores de 35 años que selecciona el MIT Technology Review cada año. Terminó su tesis doctoral este verano y ahora quiere continuar perfeccionando su método como postdoctorado en el ETH, trabajando con especialistas de otras disciplinas. Su próximo objetivo es optimizar las características y el comportamiento de los materiales de construcción.