El operador de telecomunicaciones satelital Sateliot, que dotará de conectividad global y continua a todos los elementos de internet de las cosas (IoT) bajo una arquitectura 5G, invertirá 100 millones de euros hasta 2022 para poner en marcha la primera constelación de nanosatélites en España.
La compañía, dirigida por Jaume Sanpera y otros fundadores de Eurona, planea desplegar en los próximos dos años una constelación de 20 nanosatélites, que funcionarán como torres de telecomunicaciones desde el espacio, y así ofrecer cobertura a los operadores móviles, a través de acuerdos mayoristas, para que puedan prestar servicios de internet de las cosas allá donde las redes terrestres no llegan.
Los dos primeros nanosatélites (del tamaño de un horno de microondas), de baja altitud y con tiempos de latencia prácticamente en tiempo real se lanzarán en 2020; uno en el primer semestre y otro en la segunda parte del año, mientras que el conjunto de la constelación compuesta por hasta 100 cubesats se lanzará entre finales de 2020 y 2021. De hecho, Sateliot ya tiene un acuerdo con el partner británico Open Cosmos para la fabricación de los satélites, la gestión de la misión y su lanzamiento.
Estrategia de negocio
El objetivo de este plan de negocio es cerrar 2022 con un volumen de facturación de alrededor de 350 millones de euros y una plantilla total por encima de 100 personas. Para hacerlo posible, Sateliot ha completado una primera ampliación de capital por valor de un millón de euros aportados por los propios fundadores, y está negociando una ronda de financiación con varios fondos internacionales interesados con un importe superior a 10 millones de euros, que prevé sellar durante el primer trimestre de 2020. Además, algunos de estos fondos acompañarán al proyecto durante todo su recorrido.
En la actualidad, la compañía, que cuenta con el respaldo de la Agencia Espacial Europea para el asesoramiento en las actividades de desarrollo y ejecución del proyecto, está trabajando en la demostración del servicio y en la firma de acuerdos con diversos socios como es el caso de un laboratorio tecnológico en Asia, y una operadora en EEUU con la que prevé crear un consorcio.
En esta estrategia, el mercado del internet de las cosas es clave al considerar que la conectividad satelital va a ofrecer un amplio potencial en los próximos años. De hecho, según las estimaciones de Riot Research, este mercado moverá más de 5.400 millones de euros en 2025. Los pronósticos apuntan también a que se alcanzarán los 60.000 millones los objetos conectados en todo el mundo en ese año.
La tecnología de Sateliot es complementaria para las operadoras, a las que puede ofrecer una extensión de cobertura para servicios de comunicaciones en ámbitos como el marítimo, ferroviario, aeronáutico, vehículo conectado, explotaciones petrolíferas y gas, eléctricas, infraestructuras críticas, agrotecnología o medioambiente, entre otros.
Jaume Sanpera, consejero delegado de la compañía, puntualiza que “solo el 10% de la superficie terrestre tiene cobertura móvil, el restante 90% no lo tiene, ahí es donde entra en juego la infraestructura de última generación de Sateliot como complemento de los operadores tradicionales para hacer posible el universo hiperconectado del IOT con la llegada del 5G”.