Con el inicio de la nueva década llega al aeropuerto londinense de Heathrow un nuevo tripulante de British Airways. Un robot autónomo cuya misión será ayudar a los cerca de 90.000 pasajeros que, cada día, emplean la Terminal 5 de este aeropuerto internacional.
Este nuevo autómata, al que llaman Bill (en homenaje al teniente Bill Lawford, el primer piloto de una línea de British Airways) está programado para interactuar con los pasajeros en diferentes idiomas. Así puede responder a preguntas tan sencillas como a qué hora sale un vuelo o dónde está mi puesto de facturación.
Diseñado por la empresa BotsAndUs, Bill está dotado de inteligencia artificial, un sistema de geolocalización y docenas de sensores que le permiten monitorizar cuanto hay a su alrededor. De esta manera, el nuevo guía de Heathrow puede moverse libre y autónomamente por la terminal y acompañar a los pasajeros a ubicaciones específicas como los puntos de facturación de la compañía aérea.
“Estos robots inteligentes son la última innovación que hemos incorporado para liberar a nuestros trabajadores y permitir que se ocupen de resolver problemas más importantes”, señala Ricardo Vidal, Jefe de Innovación de British Airways. “En el futuro preveo toda una flota de robots trabajando codo con codo con nuestra gente para ofrecer al cliente la mejor experiencia de viaje posible”.
Procesos de automatización
El nuevo robot-guía es la última apuesta de la compañía británica para automatizar sus servicios. En 2019 British Airways ha destinado 6.500 millones de libras (más de 7.600 millones de euros) para implantar nuevos servicios de atención a clientes como máquinas automáticas de facturación o la implementación de la tecnología de auto-embarque que, según la compañía, ha reducido notablemente retrasos en los vuelos.
Además, la aerolínea británica ha anunciado también que comenzará a emplear la impresión 3D para producir in situ recambios para el interior de las aeronaves
British Airways ha sido pionera en el uso de la biometría para embarques automáticos en vuelos dentro del Reino Unido desde Heathrow. Más de tres millones y medio de personas han empleado esta nueva tecnología en sus viajes. Así, ya ha empleado incluso el reconocimiento facial en vuelos a Londres desde Orlando, Los Ángeles y Nueva York, con lo que, aseguran, han reducido a la mitad el tiempo de embarque.