Un grupo de científicos del Centro de Investigación de Genoma Humano y Células Madre (Hug-Cell) de la Universidad de São Paulo (USP), han conseguido desarrollar organoides hepáticos funcionales (tejidos humanos reales, como los que forman determinados órganos) utilizando la bioimpresión 3D.
Hechos de células sanguíneas humanas, estos minihígados replican funciones normales como producir proteínas vitales, almacenar vitaminas y segregar bilis. Es el primer paso para conseguir “fabricar” hígados humanos que reemplacen el órgano dañado sin temor a ningún tipo de rechazo.
Con la bioimpresora 3D Cellink Inkredible+, el equipo de Hug-Cell utilizó grupos de células madre para producir tejido con funciones hepáticas. Según Ernesto Goulart, uno de los autores de la investigación, el secreto del proceso está en agrupar las células previamente.
“En lugar de imprimir celdas individualizadas, desarrollamos un método para agruparlas antes de imprimir el tejido. Estos grupos de células, o esferoides, son los que constituyen el tejido y mantienen su funcionalidad por mucho más tiempo”. De esta manera se solventó uno de los principales problemas que genera la bioimpresión que lleva en muchas ocasiones a que se pierda la funcionalidad del tejido.
Una vez conseguido el tejido hepático impreso en 3D, las estructuras resultantes se dejaron madurar en cultivo durante 18 días. El orgánulo conseguido contenía hepatocitos, células vasculares y células mesenquimales. El proceso apenas duró 90 días.
"Todavía no hemos conseguido desarrollar un órgano completo”, señala la directora del Hug-Cell, Mayana Zatz, “pero estamos en el camino correcto para conseguir resultados muy prometedores".
El estudio, publicado en la revista IOP Science, augura que en un futuro muy cercano, en lugar de esperar un trasplante de órgano, podrán tomarse células madre del propio paciente y reprogramarlas para conseguir producir en laboratorio un nuevo hígado. Un órgano totalmente sano y nuevo que en ningún caso provocará rechazo en el paciente.