Investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH Zurich) y la Universidad Nacional de Singapur han desarrollado un nuevo tipo de vendaje que ayuda a que la sangre coagule y no se adhiera a la herida. Esta es la primera vez que los científicos combinan ambas propiedades en un solo material, señalan fuentes del ETH.
Se trata de un nuevo apósito recubierto con nanofibras de silicona y carbono que los científicos desarrollaron mientras buscaban recubrimientos para dispositivos que entran en contacto con la sangre como los dispositivos cardíacos artificiales. No encontraron lo que buscaban, pero (cosas de la serendipia) comprobaron que el nuevo material es perfecto para vendajes quirúrgicos o las curas de urgencia.
Repeler la sangre y lograr una coagulación rápida son dos propiedades diferentes perfectas para cualquier gasa. Si se recubre con un material superhidrofóbico una herida abierta, los vendajes repelentes no se empapan con sangre y no se adhieren a la herida, por lo que pueden retirarse fácilmente más adelante, evitando hemorragias secundarias. Las sustancias y materiales que promueven la coagulación, por otro lado, se usan en medicina para detener el sangrado lo más rápido posible. Sin embargo, hasta la fecha, no se dispone de materiales que repelen simultáneamente la sangre y promuevan al mismo tiempo la coagulación.
Con una simple gasa de algodón, los investigadores añadieron su nuevo material, una mezcla de nanofibras de silicona y carbono, y han podido demostrar en laboratorio que la sangre coagula en apenas minutos. Aunque todavía no está claro por qué este nuevo material desencadena la coagulación de la sangre, el equipo sospecha que se debe a la interacción con las nanofibras de carbono. Además, aseguran, esta nueva gasa tiene un efecto antibacteriano, ya que las bacterias tienen problemas para adherirse a su superficie.
"Con este nuevo material superhidrofóbico, podemos evitar reabrir la herida al cambiar el vendaje", explica Athanasios Milionis, uno de los investigadores implicados en el desarrollo de este nuevo apósito. "La reapertura de las heridas es un problema importante porque puede derivar en una infección”. Un riesgo especialmente alto cuando se cambian las vendas en una cura.
Solicitud de patente
Aunque los investigadores trabajan todavía para refinar el producto para emplearlo en humanos, ETH Zurich y la Universidad Nacional de Singapur ya han solicitado una patente para este nuevo material.