El grupo gallego Jealsa, con marcas como Rianxeira o Escuris, entre otras, está implementando tecnología de biorrefinería marina, que emplea técnicas como el fraccionamiento y la extracción selectiva de la materia prima que llega a sus plantas de procesados de alimentado para aprovechar el pescado que llega a sus instalaciones, explica a INNOVADORES David Cabanelas, Managing Director de Valora Marine Ingredients, firma del grupo Jaelsa, especializado en la fabricación de conservas de pescados y mariscos
Así, el 45% de la materia prima con la que trabajan se destina a elaborar productos alimenticios para las personas con sus marcas principales (Escurís o Rianxeira), así como para productos de mascotas de Pet Select.
Tras esta primera selección, se realiza una segunda criba en la que se destina el 35% a subproductos como harinas y aceites de pescado, consumidos por el sector acuícola e industrias afines. Mientras que el 20% restante se destina al sector farmacéutico y cosmético.
Estos últimos restos son los que se trata en los nuevos procesos de valorización a través de Valora Marine Ingredients, empresa del grupo, que ofrece productos de origen natural a la industria farmacéutica o cosmética siempre que se haga “un uso racional e integral de los recursos marinos”.
De este modo, apunta Cabanelas, “a través de capacidades corporativas individualizadas, se logra un alto nivel de especialización en sectores tan dispares con la alimentación animal o el sector nutracéutico”, lo que permite trazar una “ruta de valorización óptima” para los recursos del grupo en función de las necesidades del mercado.
Pero, ¿en qué consiste esta biorrefinería marina? “Se trata de una estructura que integra procesos de conversión de los recursos que no metemos en la lata en nuevos productos”, subraya Cabanelas.
El proceso comienza con una identificación y selección de cada uno de los recursos de manera individualizada. Estos se someten a análisis para la identificación del potencial de cada fracción del pescado y así, en función de sus características o aplicaciones, se gestionan los productos acordes al sector al que se van a destinar, según las diferentes normas sanitarias.
“Es posible que durante la ruta de valorización una misma parte del pescado sea sometido a varios procesos extractivos y que cada compuesto tenga una aplicación específica. Este nivel de detalle nos permite el aprovechamiento integral de nuestros recursos y generar niveles de valorización diferenciales”, incide Cabanelas.
Para los procesos productivos se utiliza una gran variedad de tecnologías que cambian según el producto o aplicación: técnicas separación física o mecánica, filtración tangencial, reacciones bioquímicas, procesos térmicos y secado, entre otros. “Para Jealsa un criterio indispensable en esta fase de industrialización es emplear tecnologías respetuosas con el producto y el medio ambiente”, matiza Cabanelas.
En este sentido, se ha desarrollado un modelo mixto para la implantación industrial en el que “se combinan tecnologías propias con las que ya usan en otros sectores productivos, pero que hasta el momento no se habían implementado en nuestra actividad”. Entre las líneas propias destacan las enfocadas al manejo primario y al acondicionamiento de la materia prima, ya que es donde reside gran parte de su know-how, mientras que la tecnología externa está enfocada al fraccionamiento y acondicionado del producto. En este sentido, matiza que ha cogido como referencia sectores como el lácteo o el aceite comestible.
A través de este sistema de economía circular “gran parte de los recursos de I+D+i se destinan a la fase de transformación y envasado de la materia prima, ya que es la etapa de la cadena de valor en la que se generan los diferentes coproductos y efluvios”. Para ello, el grupo cuenta con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (IIM-CSIC), y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
We Sea
Es el programa de Responsabilidad Social Corporativa del grupo Jealsa que promueve este sistema de economía circular, con el que se ha conseguido aprovechar el 100% de la materia prima que proviene del pescado que llega a sus instalaciones. “Se trata de una cuestión de responsabilidad buscar el máximo aprovechamiento a las partes del pescado que no se destinan a las conservas”, afirma Ángeles Claro, directora de We Sea. “Hemos implantado un ecosistema de valorización pionero dentro de la industria, a través del cual diferentes empresas reciben diariamente las materias primas que transforman en productos de alta calidad para diferentes industrias como la acuícola, la de alimentación animal o incluso la de ingredientes funcionales”, añade.