Cuando los hermanos Lumière realizaron la proyección comercial de la Salida de los obreros de la fábrica, eligieron una sala de París en la que apenas cabían 30 personas. La cinta duraba menos de un minuto y estaba rodada con un nuevo invento al que bautizaron como "cinematógrafo". Un aparato construido con una caja de madera, donde colocaron un objetivo y una cinta perforada de 35mm. Ocurrió a finales de 1895. Los propios creadores no confiaban demasiado en su éxito, pero el público que asistió a las primeras sesiones les quitó la razón.
Poco después de entrar en el siglo XX, el cine se ganó el título de "séptimo arte", compartiendo calificativo con disciplinas como la arquitectura, la música y la literatura. Desde entonces, la innovación ha sido una constante en esta industria, tanto en las técnicas de rodaje como en la proyección. Las salas de cine se convirtieron pronto en un lugar de esparcimiento al que el público acude dispuesto a que lo sorprendan.
Y llegó lo digital
Las salas de cine no son lo que eran, son algo más. La película de celuloide ha dado paso a archivos digitales, los asientos rígidos a cómodas y amplias butacas, y muchas de las grandes salas de proyección se reconvirtieron en multicines. "2014 fue el año en el que se dio el salto completo a un sistema digital, con el que se ha producido un cambio brutal y un aumento de calidad sensible en la proyección", explica el fundador de Odeón Multicines, Luis Millán, a INNOVADORES.
El propietario de esta exhibidora de cine andaluza ha sido testigo de la transformación de un sector, al que ha estado vinculado desde pequeño por la profesión de su padre y por inquietud personal. En 2012 decidió apostar por un proyecto propio, Odéon Multicines, que actualmente gestiona más de 100 salas en 12 complejos distribuidos por toda España. Reconoce que "a día de hoy cualquier cine cuenta con unos estándares capaces de ofrecer una gran experiencia".
La digitalización del cine pasa por la incorporación de innovaciones en la imagen y en el sonido. El reto para la primera es conseguir unos negros puros y con suficiente luminosidad para apreciar los detalles; mientras que en cuestiones de audio, se persigue que el sonido se reproduzca lo más fielmente posible a como lo perciben nuestros oídos.
"Cuando en 2017 montamos el complejo de Sambil, en Leganés (Madrid), fuimos especialmente cuidadosos en la elección de la tecnología que queríamos utilizar. En una de las salas montamos la primera pantalla LED Samsung Onyx Cinema de España e incorporamos el sistema de sonido Dolby Atmos. Un mes después, descubrimos que Steven Spielberg había acudido a la inauguración de una sala idéntica a la nuestra en los multicines AMC Universal City Walk, de Hollywood. Incluso con el mismo modelo de butaca premium", afirma orgulloso Millán. La sala cuenta con 514 altavoces y 217 altavoces, y una pantalla de 10,2 x 5,4 metros, combina resolución 4K, soporta contenido HDR y tiene un nivel de brillo máximo de 146fL.
Películas envolventes
Es inevitable hablar de innovación en el cine y no mencionar a Dolby Laboratories. Esta compañía inglesa creada para mejorar el registro de sonidos y reducir el ruido, introdujo por primera vez su tecnología en una producción cinematográfica en La naranja mecánica (1971). Javier Foncillas, vicepresidente de acuerdos comerciales de Dolby para Europa, coincide con el director de Odeón en que "en este sector se ha producido un cambio sustancial en el momento en el que los sistemas dejaron de ser analógicos para pasar a ser digitales. Esto ha facilitado que podamos innovar en diferentes direcciones y desarrollar el sistema Dolby Atmos, pasando de los canales físicos a lo que nosotros llamamos el sonido inmersivo, que se adapta al entorno en el que se está reproduciendo. […] También –añade en conversación con INNOVADORES– nos fijamos en cómo generar una imagen más realista, y nos dimos cuenta de que lo importante no es tanto la resolución que tiene la pantalla como el sistema de proyección". Es así como desarrollaron Dolby Vision, capaz de ofrecer un alto rango dinámico y una relación de contraste de 1.000.000:1.
Foncillas, sin embargo, cree que el verdadero avance se produjo hace tres años, "cuando los creadores de las películas también se dieron cuenta de cómo las innovaciones tecnológicas les podían ayudar a contar lo que querían, a transmitir sensaciones. Se trata de meter al espectador, que cada vez es más exigente, dentro de la escena".
De ahí que diseñaran su propuesta Dolby Cinema sobre cómo debía ser una sala de cine, no solo en cuanto a imagen y sonido, también la disposición de cada uno de los elementos que la conforman, incluidas las butacas, el color de las paredes y la iluminación. Actualmente, hay 250 salas de este tipo en todo el mundo, cinco de ellas en Europa, una en Barcelona. La Maquinista, operada por Cinesa e inaugurada en 2015, trabaja con un doble proyector láser de resolución 4K de Christie que ofrece el doble de brillo de una sala convencional.
De previsiones y proyectos, dada la actual situación provocada por la crisis del Covid-19, ni Millán ni Foncillas quieren aventurarse a adelantar nada. En ambos casos, los planes que tenían para este año se han visto paralizados. Odeón Multicines cerró 2019 con la inauguración del complejo Plaza de Armas, en Sevilla, con Dolby Atmos y pantalla LED Onyx de Samsung. Lo que ambos sí se atreven a afirmar es que seguirán apostando por la tecnología de vanguardia para ofrecer una propuesta diferente al público. Una intención que, sin duda, también estaba en el ánimo de los hermanos Lumière cuando realizaron su primera proyección de cine.
Proyectores o LED
En cuestiones de imagen, el reto de los especialistas es mejorar el color negro y obtener mejores contrastes. Para conseguirlo hay dos sistemas que están despuntando: el uso de proyectores, como ocurre con el sistema Dolby Vision, o recurrir a pantallas LED, como la Samsung Onyx Cinena.
Sonido en 360º
Hasta el desarrollo de Dolby Atmos, la banda sonora de una película se limitaba a un conjunto de canales que transmitía los sonidos, todos mezclados, desde unos pocos ángulos. Si se quería enfatizar uno determinado, había que disminuir otro. Con Dolby Atmos es posible tratar cada sonido por software de forma independiente a través de ‘objetos de audio’. Estos se pueden situar por todo el espacio de la sala de cine, incluso el techo, rodeando al espectador y aumentando la sensación de realidad.