El coronavirus SARS-COV-2 ha causado la mayor pandemia desde la mal llamada gripe española de 1918. Una situación excepcional que ha hecho que un gran número de grupos de investigación, públicos y privados, estén desarrollando a toda velocidad vacunas para combatir la enfermedad. Pero se enfrentan a un serio problema: cómo producir estas vacunas de forma rápida, en grandes cantidades y a bajo coste.
Una posible respuesta consiste en utilizar las plantas como biofactorías, una disciplina también conocida como molecular farming.
Es en este campo en el que un equipo internacional -con participación de investigadores españoles del CSIC- ha puesto a disposición de investigadores y empresas el genoma de una planta empleada como factoría de biofármacos para que pueda ser utilizada en la producción de vacunas contra el coronavirus.
A esta planta, la Nicotiana benthamiana, se le pueden transferir los genes con de la futura vacuna y producirla en grandes cantidades mediante tecnologías agrícolas. El objetivo último no es otro que lograr una forma rápida de producir vacunas para enfrentarse a la pandemia de COVID-19.
"La nicotiana benthamiana es una planta estrechamente relacionada con el tabaco, que se ha utilizado ampliamente para la producción de gran cantidad de productos biofarmacéuticos, como el conocido cóctel de anticuerpos Zmapp utilizado en la terapia contra el ébola", explica Diego Orzáez, investigador del CSIC en el IBMCP y coordinador del proyecto NEWCOTIANA. "Ante la crisis de Covid-19, los grupos involucrados en la secuenciación del genoma de la planta hemos decidido compartir inmediatamente nuestros hallazgos con otros investigadores, así como con empresas que desarrollan vacunas y reactivos de diagnóstico frente a Covid-19”.
Para ello, el proyecto NEWCOTIANA, financiado por la Unión Europea, utiliza la edición de genes en nicotiana benthamiana como una herramienta para la producción de productos biofarmacéuticos útiles. “Cuando comenzamos el proyecto hace dos años, el SARS-COV-2 no estaba en el radar; sin embargo, desde el inicio de la pandemia, varios equipos del proyecto han comenzado a trabajar en la producción de productos biofarmacéuticos útiles contra la pandemia, desde reactivos para establecer ensayos inmunológicos rápidos, hasta moléculas que pueden usarse en un programa de vacunación masiva”, añade Orzáez.
En la publicación del genoma de la planta han participado investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València, bajo el liderazgo de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia), y forma parte del proyecto NEWCOTIANA, coordinado por el investigador del CSIC Diego Orzáez y financiado por la Unión Europea a través del Programa Marco H2020.