Si son padres, seguramente les resulte familiar la siguiente estampa. Tres de la mañana. Unos sollozos al otro lado del vigilabebés. Levantarse, atender al pequeño, y vuelta a la cama. Cinco de la mañana: otra vez el mismo patrón. Y a las nueve, llegar a trabajar cansado y destrozado anímicamente.
No es la mejor sensación del mundo, precisamente, y el asunto no se queda sólo en un mero inconveniente propio de la paternidad: según la Asociación Española de Pediatría Infantil, los padres pueden llegar a perder hasta 700 horas de sueño sólo en el primer año de vida del infante, acarreando problemas de ansiedad y bajo rendimiento laboral. Para los pequeños la cosa no es mucho mejor: el 30% de los bebés tiene problemas relacionados con el sueño que pueden causar, en su adultez, alteraciones del estado de ánimo, de las capacidades motoras y de aprendizaje.
"Nuestra primera hija fue un amor, no daba ningún problema por las noches. Pero la segunda fue un drama tremendo, porque se despertaba una vez cada hora en el mejor de los casos. Llegamos a hacer turnos su madre y yo para poder seguir con la niña", explica Ignacio Valledor, fundador y CEO de Lullaai. "En nuestra situación, optamos por un ‘coach’ del sueño que nos ayudó a encontrar el problema, muy sencillo: acostábamos a la niña fuera de hora y la dormíamos en brazos".
Obviamente, la mayoría de la población no se puede permitir contratar a un profesional que haga un seguimiento personalizado del bebé para detectar los problemas a la hora de dormir del pequeño. Pero ahí estaba la tecnología para que Valledor pudiera democratizar esta clase de ayudas a los desesperados padres. "Estuvimos trabajando durante más de un año, entrevistando a casi 200 padres y digitalizando todo ese conocimiento", añade el empresario. "Juntamos esas ideas con un sistema de inteligencia artificial y contenidos como música que pueden ayudar a dormir al bebé en el momento adecuado, por ejemplo empezando con nanas para que el niño genere oxitocina, seguidas por ruido blanco y, finalmente, silencio".
Así pues, Lullaai realiza un análisis individualizado de cada caso, y su equipo de profesionales diseña un plan específico para que el bebé duerma mejor. El plan se acompaña con una completa librería de artículos y vídeos formativos acerca del sueño del bebé, y la posibilidad de recurrir al conocimiento de sus especialistas del sueño. Y como decíamos, utiliza inteligencia artificial para monitorizar el llanto, reproducir distintos sonidos blancos y aprender de la respuesta del bebé para generar aquellos que resultan efectivos a la hora de calmarle.
"Costó mucho diseñarlo porque esta red neuronal está embebida en la propia aplicación del móvil, de modo que no necesitas conexión porque muchos padres, cuando hablamos con ellos, no querían ni ondas en la habitación ni que hubiera algo conectado a internet por temas de privacidad", reconoce Valledor. "Hacemos unas 20 predicciones por segundo, aunque depende mucho del rendimiento del teléfono". En estos momentos su app sólo está disponible para iPhone, aunque están avanzando en su desarrollo ulterior para terminales con el sistema operativo Android.