El autor Ossip K. Flechtheim acuñó el concepto de los “estudios del futuro” en la década de 1940. El autor Dennis Gabor publicó Inventing the future en 1963 y Bertrand de Jouvenel publicó The Art of conjecture en 1967. El autor Sohail Inayatullah define los estudios del futuro como aquellos estudios que crean futuros alternativos al convertir los supuestos básicos en problemas.
Al cuestionar el futuro, analizar problemas y escenarios emergentes, la intención es salir del presente y crear la posibilidad de nuevos futuros.
Los estudios del futuro además de tener que ver con pronosticar, interpretar y criticar el futuro, también se preocupan por crear no solo la posibilidad, sino también la realidad de mundos y futuros alternativos.
En las décadas siguientes, instituciones como RAND y SRI participaron en estudios del futuro y planificaciones de largo alcance. En las últimas décadas, se han desarrollado varios marcos conceptuales dentro del mundo de los estudios del futuro, como el proceso prospectivo genérico de Voros (2003) y la versión derivada de la escuela Manoa de Dator (Dator 1979) llamada Enfoque de los Seis Pilares.
Este último modelo proporciona una aproximación de pensamiento del futuro vinculado a herramientas y desarrollado a través de la práctica. Los pilares son: planificación, anticipación, temporización, profundización, creación de alternativas y transformación.