Siglos después de ser erigida, el zumbido de un dron dotado de una cámara de alta resolución y el aleteo continuo de un escáner láser que registra miles y miles de detalles de su entorno se han adentrado entre los muros de la catedral de Huesca para confeccionar una completa y precisa base de datos digitalizada y crear una reproducción en 3D.
El proyecto es un empeño personal de Irene Luzán, que cuenta en todo momento con el respaldo de su joven equipo en la empresa SHU Digital y el de su padre, Julio Luzán, un artesano de la decoración y de la escenografía para parques temáticos, pero también para series televisivas de las distintas plataformas digitales.
Irene Luzán comenzó a utilizar esta tecnología en otros puntos del país para responder a distintos encargos, entre otros del Museo Arqueológico de Barcelona, pero su interés personal estaba centrado en el recinto catedralicio oscense.
El retablo del alta mayor de la catedral, una magnífica y monumental pieza renacentista de Damián Forment, y el interés inicial de la joven por disponer de una reproducción en 3D de la obra, según asegura en declaraciones a EFE, le han dirigido finalmente a un proyecto mucho más ambicioso.
Un proyecto que abarca no sólo la imponente iglesia del templo y el museo diocesano, sino un desconocido conjunto de recónditos espacios, salas y recintos que forman parte de la catedral de Huesca.
La propia joven, que se muestra muy agradecida con el cabildo catedralicio por las facilidades dadas para realizar su trabajo, asegura estar sorprendida y fascinada por unos espacios que ha tenido el privilegio de conocer por primera vez y que están cerrados para el público en general.
"Nuestro interés -relata Irene Luzán mientras continúa el aleteo del escáner láser- es disponer de una base de datos real de lo que es la catedral de Huesca que puede servir para abordar futuras restauraciones y disponer de un contenido digital con el que elaborar un paseo virtual".
Consciente de las limitaciones de movimiento que ha provocado la pandemia por coronavirus, Luzán afirma que las visitas virtuales a museos o monumentos se están potenciando por las instituciones responsables.
Toda la información obtenida, señala, podrá ser procesada a través de distintos programas informáticos para ofrecer un detallado recorrido virtual por el recinto catedralicio, en el que tanto texturas como colores y medidas quedarán recogidas.
Pero toda la información recogida, además, conformará una completa base de datos precisos y exactos del templo, "lo que permitirá -subraya la joven- olvidar esas fotos que se hacían con una regla al lado para tener información sobre medidas y volúmenes".
Según explica, "el Museo de Brasil se quemó entero (en septiembre de 2018) y no tenía nada hecho en 3D, pero si yo tengo esa base de datos digital podría reconstruirlo entero".
Irene Luzán espera poder realizar este trabajo en otras catedrales del país una vez sus respectivos cabildos conozcan el trabajo realizado en la Catedral de Huesca, la primera del país que dispondrá de una base de datos digitalizada que dará a conocer en primer lugar a los responsables eclesiásticos de la Seo oscense.
El trabajo en la catedral de Huesca continuará todavía unos días para que el escáner láser complete su labor de captación de medidas que se mezclarán con un proceso de fotogrametría a través de cámaras de alta calidad para obtener un resultado 3D de "muy alta calidad", apostilla la joven.
Mientras confía en introducir esta tecnología en otras catedrales del país, el escáner láser, sostenido sobre un trípode, continúa aleteando por todos los espacios del templo, y el dron, que pilota su padre, explorando las zonas más altas y alejadas del recinto.