De la colaboración la investigación y el trabajo conjunto entre la Universidad, el sistema sanitario y la iniciativa de una empresa emergente surge un nuevo dispositivo con el que  combatir uno de los tumores más letales, el glioblastoma. Investigación y años de trabajo coordinado entre la tecnología óptica de la startup Fotoglass (spin off de la Universidad de Cantabria), la experiencia en neurocirugía del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) y el conocimiento en biomedicina de la Universidad de Cantabria (UC) ha surgido un nuevo dispositivo que ayudará a los neurocirujanos resolver uno de los problemas que se encuentran en el tratamiento del glioblastoma: intervenir en los márgenes del tumor.

El glioblastoma (GBM) es el tumor cerebral primario más frecuente en adultos y uno de los más agresivos y letales. El tratamiento estándar que se aplica hasta ahora es extirpar el tumor para continuar después el tratamiento con radioterapia y quimioterapia con temozolomida. Pero el glioblastoma es un tumor muy invasivo, lo que hace difícil conseguir una resección completa de los tejidos afectados. Desde el punto de vista quirúrgico, lo más complejo es determinar con exactitud los márgenes del tumor.

El esfuerzo en transferencia tecnológica, en combinar la innovación y la experiencia en biomedicina, óptica y neurocirugía ha permitido desarrollar dos nuevos dispositivos basados en tecnología plasmónica - chip plasmónico – con los que se consigue discriminar con precisión las diferentes regiones tumorales. En tiempo real, estos dispositivos permiten “ver con precisión”, identificar con absoluta exactitud el tejido necrótico, el tumoral y el peritumoral del glioblastoma. De esta manera se facilita la labor del neurocirujano en el momento de la intervención quirúrgica, “dado que permiten realizar determinaciones tumorales que no requieren preparación del paciente” indican desde la UC.

La Oficina Española de Patentes y Marcas ha concedido el modelo de utilidad para estos dispositivos que “permiten obtener información en tiempo real durante la intervención quirúrgica, de fácil interpretación, lo que ayuda al cirujano en la toma de decisiones durante la operación” asegura el catedrático de la UC y responsable del grupo de investigación de Óptica, Fernando Moreno.

El equipo ya ha contactado con una empresa multinacional, especializada en equipamiento quirúrgico, que se ha interesado por la fabricación de los dispositivos.

No es la primera ocasión en la que la colaboración interdisciplinaria ha cosechado éxitos. De hecho, este trabajo se inició  a partir de la experiencia obtenida con la iniciativa Sentir, con la que la unión de nanotecnología, biomedicina y óptica consiguieron  desarrollar un prototipo capaz de detectar células tumorales en sangre, de forma no invasiva, y contabilizarlas para, de esta forma, disponer de información muy precisa sobre la evolución de la enfermedad y el efecto del tratamiento antitumoral aplicado en el paciente.