Al inicio de esta pandemia que no parece tener fin, el mundo entero se asombró ante una obra de ingeniería mayúscula: el gobierno chino fue capaz de levantar un hospital completo en Wuhan, epicentro de la COVID-19, en apenas diez días. Hablamos de un edificio al uso, no de una instalación de campaña (como las puestas en marcha en nuestro país, tanto en IFEMA como en otras localizaciones), con todos los equipamientos y comodidades necesarias para afrontar una crisis de salud pública como la que nos ocupa.
Pero, sin desmerecer la ingente labor llevada a cabo en China, lo cierto es que en nuestro país también tenemos la tecnología y el conocimiento suficientes para poder hacer obras de este calado en tiempos récord. Un buen ejemplo de ello es la firma PMMT, autora de una serie de hospitales diseñados para contingenencias especiales que pueden construirse en apenas cuatro meses y convertirse en UCI en solo 48 horas.
Diseñados conforme a las recomendaciones de la OMS frente al coronavirus, ébola y demás epidemias, estos hospitales son edificios de rápida construcción que están pensados "para acompañar y adaptarse a la curva de contagios, garantizando en todo momento que las circulaciones de médicos y pacientes se hacen en condiciones de seguridad", afirman desde PMMT. "En momentos de tregua, puede destinarse a otros usos compatibles y necesarios como centro de formación, unidad de hospitalización, laboratorio, hospital de día, centro de investigación o unidad de rehabilitación". Y en las mencionadas 48h se puede recuperar su uso original como UCI, ya que esta infraestructura cuenta con un centro de logística preparado para guardar equipamiento móvil.
Sus autores (Patricio Martínez, Maximià Torruella, Luis Gotor, Alex Herráez y Joana Cornudella) han pensado varias alternativas de diseño en función del tamaño (desde apenas 4.000 a 14.000 metros cuadrados) y el lugar donde sea necesario desplegar esta infraestructura (con propuestas en altura para zonas urbanas o más sencillas para solares de mayor tamaño). Y, obviamente, con diferentes capacidades (64, 108, 256 camas...), que pueden irse adaptando según sea la emergencia sanitaria a la que hay que hacer frente.
Por ejemplo, en su modelo de edificio satélite (dependiente de un hospital principal anexo), cada planta de UCI tiene capacidad para entre 24 y 36 camas, ocupando una superficie de tan solo 972m2. Está compuesto por planta baja más tres plantas de cuidados intensivos que pueden funcionar como UCI de emergencia o como UCI convencional. El cambio entre una configuración y otra se puede producir en tan solo 24h sin afectar elementos estructurales ni instalaciones.
Además, la tecnología de PMMT permite que algunos de sus modelos sean edificio parametrizados, de construcción modular y fabricados off-site, que pueden ser transportados en camión hasta el solar donde se montan y conectan.
EXPERIENCIAS
La firma española no es nueva en el desarrollo de instalaciones y edificios sanitarios de toda índole. No en vano, PMMT cuenta en su cartera con proyectos como la ampliación del Hospital Dr. Trueta o el Vithas Xanit Internacional, centros de salud en diferentes puntos de la geografía nacional, así como la ampliación de la Clínica Creu Blanca o trabajos en los hospitales de Manta, Chuquisaca, Gastroenterológico de La Paz, Joan XXIII, Béchar o Montero.