La inteligencia artificial está entrando cada vez en más y más terrenos de nuestra vida cotidiana y la salud no es una excepción a la regla. En ese sentido, ya conocíamos su utilidad en casos de uso como el reconocimiento de imágenes médicas o la predicción de los mejores tratamientos posibles ante una enfermedad. Ahora añadimos un nuevo nicho de aplicación más: nuestra visión.
Hablamos de integrar la IA en la evaluación cognitiva de la visión para prevenir y tratar disfunciones. Hasta la fecha, los ópticos revisan la capacidad de enfoque de sus clientes y ofrecen una solución a los problemas que encuentran mediante gafas, lentes de contacto y en algunos casos, terapia visual convencional.
Las disfunciones visuales suponen problemas muy comunes y mucho no son detectados o diagnosticados de forma adecuada, lo cual puede provocar serios problemas de adaptación académica entre los niños y jóvenes que los padecen. Cuando el problema visual es grave (10% de los casos, 15 millones en todo el mundo), las disfunciones visuales pueden limitar la actividad diaria y afectar el desarrollo de los más jóvenes.
Ante este desafío, una iniciativa de IBM, Natural Optics Group e e-Health Technical Solutions propone revisar otros aspectos de la visión que son complementarios como la parte neural y la psíquica que ayudan a tener una visión eficiente y a mantener una buena salud visual. La parte neural es aquella que mediante impulsos nerviosos lleva la información de una imagen retiniana hasta el cerebro coordinando la información de ambos ojos para obtener una información única. Por su parte, la etapa psíquica es dónde se descodifica, interpreta y, a través de aprendizaje o identificando experiencias previas, se gestiona la información.
Con ello, si tradicionalmente se miden 4 parámetros oculares, el sistema de inteligencia artificial -denominado WIVI Vision- que estas tres entidades han creado evalúa más de 50 de 5 áreas visuales diferentes, en sesiones de 15 minutos mediante una experiencia única y no invasiva para el usuario.
WIVI Vision utiliza experiencias visuales con juegos 3D, actuando como un fisioterapeuta, capaz de mejorar las habilidades visuales. Estos entrenamientos se pueden emplear, por ejemplo, para la mejora de las disfunciones visuales, para facilitar la adaptación a las lentes progresivas o para evaluar la afección en la visión provocada por la Covid-19. El software es capaz de reconocer las necesidades particulares de cada paciente y ofrecer una experiencia única que va evolucionando con cada interacción. Después de cada sesión, el paciente recibe un informe gráfico con su evolución.
El sistema de inteligencia artificial ya está disponible en los centros de Natural Optics Group en Fuerteventura y se prevé que esté disponible en Madrid, Barcelona y Lleida en las próximas semanas.