La gran musa de la tecnología es la naturaleza. La Madre Tierra es una inagotable fuente de inspiración para la innovación. También a la hora de volar. Ya Da Vinci trató de alcanzar la libertad de movimiento de los pájaros con sus ornitópteros, ahora es el turno de Airbus. La multinacional aeronáutica se ha inspirado en el vuelo en forma de ‘V’ de las grandes aves migratorias para reducir el consumo de combustible (y de emisiones contaminantes) de los aviones.
Cuando los pájaros vuelan en esta formación, el que va detrás “gasta menos energía, ya que planea sobre el aire que desplaza el pájaro que va delante”, comenta el jefe del proyecto de demostración Fello’fly en Airbus, Nick Macdonald, a INNOVADORES. “Esto les ayuda a reducir su cansancio en largas distancias”.
¿Por qué este mecanismo no puede replicarse a los aviones? La compañía inició así el proyecto Fello’fly, que acaba de demostrar “un ahorro de combustible del 5 al 10% por viaje para el segundo avión”.
El funcionamiento es muy similar al de las aves. “Cuando un avión vuela, crea dos vórtices de estela, uno por ala”, explica Macdonald. Estos vórtices están rodeados por una región de aire circulante estable denominada “corriente ascendente”. Al igual que los pájaros, al colocar un avión dentro de esa corriente puede ayudarlo a recuperar esta energía. “Esto permite reducir la potencia del motor y que la aeronave gaste mucho menos combustible”.
Airbus realizó las primeras pruebas en 2016, aunque la tripulación de vuelo pilotó de manera manual el segundo avión. Sin embargo, en julio de este 2020, se llevaron a cabo “con éxito” tres ensayos utilizando dos aviones A350. Aquí sí con piloto automático. “Logramos rastrear la posición óptima del segundo avión en la corriente ascendente y medir el ahorro de combustible en diferentes puntos”, afirma.
¿El resultado? Entre un 5% y un 10% menos por viaje. “Las pruebas de vuelo fueron muy emocionantes y nos mostraron que hay un verdadero potencial”, indica el responsable. “Fue un gran respaldo para el proyecto”.
En principio, Fello’fly tiene cabida para las fases de crucero más largas, por lo que los aviones de largo recorrido son los mejores candidatos para esta tecnología.
Uno de los retos del proyecto ha sido garantizar la seguridad de vuelo de los aviones volando tan cerca entre sí. Cuando sobrevuelan el océano, las naves necesitan una separación de entre 55 y 90 kilómetros. Pero en Fello'fly, esta distancia se reduce a tres kilómetros para aprovechar la energía del 'rebufo'.
Enfoque colaborativo
Ahora Airbus está analizando los resultados de estas pruebas de vuelo con el objetivo de mejorar “aún más” su solución técnica. Paralelamente, la empresa trabaja con aerolíneas asociadas y otros proveedores de servicios de navegación aérea en un concepto de operaciones que “serán el futuro de la industria”.
Desde el principio el proyecto ha tenido ese enfoque de colaboración. Airbus ha firmado acuerdos con Frenchbee, Scandinavian SAS, DSNA, NATS y Eurocontrol para involucrar a las aerolíneas comerciales asociadas en el desarrollo del concepto de operaciones. “Es importante trabajar en colaboración con la industria para asegurarnos de encontrar una solución operativa que pueda integrarse en la operación de las aerolíneas y en el control del tráfico aéreo”, expone Macdonald.
“Ahora tenemos que seguir trabajando para demostrar la viabilidad técnica, operativa y comercial de Fello´fly”, subraya el responsable del proyecto. “Por supuesto, tendremos que demostrar que es seguro”. Solo entonces, la compañía contemplará su lanzamiento industrial.