No hay dos personas iguales. Ni siquiera los gemelos. La forma y las dimensiones del cuerpo cambian mucho en función del origen geográfico, el sexo y por supuesto, el paso del tiempo. Conocer esas ‘pequeñas diferencias’ que nos hacen distinto facilita establecer parámetros más ajustados de patronaje y tallas para que la ropa o los complementos puedan sentar ‘como un guante’.
El Instituto de Biomecánica (IBV) ha desarrollado una línea de I+D en antropometría y morfometría que ha permitido generar bases de datos de diferentes poblaciones para facilitar a las empresas a desarrollar nuevos productos y servicios más ergonómicos y confortables.
Tras años de minucioso estudio ha conseguido más de 27.000 avatares diferentes en 3D de diferentes poblaciones – especialmente de Europa y EEUU, pero también de países asiáticos – que ahora pone a disposición de las empresas en el proyecto 3D-body-hub. Una valiosa fuente de innovación ya que, además de las métricas simples, como las longitudes o contornos, ofrece la posibilidad de consultar datos más complejos, como curvaturas, proporciones, áreas o volúmenes. Datos que permiten que las empresas puedan desarrollar productos que se ajusten más a las tallas reales.
Para el director de Innovación en Indumentaria de IBV, Juan Carlos González, el objetivo de esta iniciativa es “desarrollar una infraestructura digital para la gestión de los datos antropométricos de la población mundial que permita el aprovechamiento de la información antropométrica existente, la incorporación de nuevos datos y el intercambio seguro de información entre organizaciones, empresas y usuarios”.
Datos con los que trabajan ya las empresas
El retail puede así producir en serie casi como si estuviera trabajando ‘a medida’. Dos empresas están ya testando el proyecto 3D-body-hub. En el sector del calzado, el IBV ha ofrecido su estudio antropomórfico a Satorisan, firma de calzado de tendencia urbana, que aprovecha mas de 1.200 avatares del proyecto para el desarrollo de nuevos diseños de calzado destinados al mercado asiático.
En el sector textil, el estudio se está testando con la firma Darío Beltrán, dedicada a la fabricación de camisas para hombre. La base de datos del IBV permitirá mantener el diseño de la firma ajustando el tallaje de las prendas
El uso de estos datos contribuye a que las empresas puedan “reducir las devoluciones online de ropa y calzado, ajustar los patrones al target para no perder mercado o asegurarse de que sus prendas y calzado va a ajustarse a mercados como el asiático, entre otros”, señala en un comunicado el IBV.
Estas actividades están enmarcadas en el proyecto 3D-body-hub (IMDEEA/2020/84) financiado por el programa 2020 de ayudas del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) dirigida a centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en cooperación con empresas, cofinanciado por fondos FEDER dentro del Programa Operativo de la Comunitat Valenciana 2014-2020.