2021 es el Año Europeo del Ferrocarril. Como ocurre con el resto de designaciones similares, con esta la iniciativa la Comisión Europea quiere llamar la atención sobre un sector que, en este caso, trata de promover formas de transporte sostenibles. Con todo lo que esta palabra implica y no solo acotada a la cuestión medioambiental.
Sobre ello, Amaury Jourdan, CTO (Chief Tecnology Officer) de Thales, hace hincapié en “la necesidad de dirigir la innovación hacia un modelo de movilidad más sostenible e inteligente, que aumente la cantidad y calidad de los servicios al mismo tiempo que su seguridad, y sea respetuoso con el planeta”.
La implantación de tecnologías digitales como la inteligencia artificial, servicios en la nube, internet de las cosas, procesamiento y análisis de datos, 5G o gemelos digitales, resolvería los puntos débiles que actualmente tienen los operadores ferroviarios y cambiaría la forma de viajar.
El directivo remarca cuatro aspectos que son mejorables, durante un encuentro online previo a la celebración del ‘Smart Mobility Experience, un evento en el que se ha analizado el futuro del tren como medio de transporte. El primero tiene que ver con los procesos de mantenimiento en los que, según Jourdan, los operadores europeos gastan entre 15.000 y 25.000 millones de euros al año. “Una carga que les impide innovar más rápido”.
“Por eso uno de nuestros objetivos es ofrecer soluciones que permitan ahorrar hasta un 30% en estos costes”. Lo que implica no solo optimizar el conjunto de operaciones de mantenimiento, también la automatización de parte de ellas “para simplificar la toma de decisiones”, añade.
Su segundo foco de atención son los pasajeros, para lo que trabajan en “la mejora del rendimiento de los servicios, la puntualidad y la experiencia de uso con los trenes. Incluida la seguridad en situaciones de emergencia”.
Reducir las emisiones de carbono es otro de los puntos que entra en su hoja de ruta –“el ferroviario ya es uno de los transportes ‘más verdes’ con una reducción del 15% en su huella de carbono”–, así como el desarrollo de sistemas que garanticen la ciberseguridad de las infraestructuras.
Datos y seguridad
Para reforzar estos aspectos, Thales participa en proyectos de innovación en varios países. El metro de Nueva York y los ferrocarriles nacionales de Francia son algunos de ellos. También con el operador alemán para implantar conceptos de señalización avanzados y con el metro de Singapur para proporcionar sistemas de dirección del pasajero y emisión de billetes sin contacto. “Colaborar con operadores de todo el mundo nos permite acelerar el desarrollo de nuevas soluciones e ideas. El propio mercado es nuestro laboratorio”, afirma el CTO.
Jourdan confirma que ahora mismo, y desde hace cuatro años, son cuatro las áreas de innovación en las que trabajan. Una de ellas es la señalización digital con su solución SelTrac, que ya va por su octava generación, con la que se mejora el rendimiento, la fiabilidad y se reducen costes de instalación y mantenimiento. “Ahora tenemos acceso a datos que nos permiten dar un paso más hacia infraestructuras inteligentes, conseguir más eficiencia en el mantenimiento y dotar de más autonomía a los trenes gracias al uso de sensores”.
Remarca la importancia de los datos internos como elemento clave para la innovación. De ahí que, y esta es otro de sus ámbitos de trabajo, lleven tiempo desarrollando una nueva plataforma digital “más dinámica y personalizable para cada operador”. Una de sus características es que se puede manejar desde cualquier lugar –“incluso si el operador está trabajando en casa”– con el mismo nivel de seguridad en el acceso que en la central.
El uso de los datos abre la puerta a la automatización de un mayor número de tareas y a una toma de decisiones más rápida. También al tren autónomo, sin conductor. Para el desarrollo de un modelo seguro esta compañía trabaja en tres soluciones: localización de vehículos, posicionamiento de trenes basado en tecnología satelital y un sistema para prevenir colisiones.
El cuarto área de trabajo está relacionada con la experiencia del cliente de este medio de transporte. Uno de sus últimos anuncios es DIVA (análisis de vídeo inteligente distribuido). "Una solución de inteligencia artificial que permite medir la densidad de pasajeros a partir de las imágenes que captan las cámaras de los circuitos cerrados de televisión instaladas en las redes de tren y metro".
"Algo que en el contexto actual de pandemia –añade–, facilita la gestión de los usuarios para, por ejemplo, evitar que entre más gente de la recomendada a un vagón y poder así mantener la distancia”. Mejorar la periodicidad de los trenes o facilitar la comprar de billetes desde el móvil son parte de los proyectos que también tienen en marcha.
Jourdan termina hablando de una cuestión ineludible: la ciberseguridad. Junto a la mención a los avancen en las regulaciones sobre el uso de los datos aprobadas en diferentes países, como el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) en la Unión Europea, hace hincapié en la necesidad de establecer mecanismos de seguridad que protejan los sistemas.
“Tenemos que prepararnos para lo que puede venir en el futuro. La computación cuántica ya se utiliza como herramienta para atacar infraestructuras críticas”, advierte. “La gestión de claves online (key management), el blockchain e inteligencia artificial son las tecnologías que nos van a permitir asegurar nuestras soluciones desde el diseño”. La digitalización, no exenta de riesgos, obliga a buscar el equilibrio para que este sector logre su propósito: el desarrollo de un modelo más sostenible y seguro.