El cielo de determinadas ciudades va a estar repleto en un futuro de aviones no tripulados. Pero, como sucede en tierra firme, estos drones -destinados a reparto a domicilio o incluso como taxi- también tendrán que cumplir unas normas.
Grandes urbes como Madrid o polos tecnológicos como el existente en Galicia, vienen desarrollando desde hace años sistemas tecnológicos de detección de drones para ocasiones en las que su uso es ilegal o puedan estar realizando una acción ilícita.
En la comunidad madrileña, por ejemplo, se suelen detectar del orden de un centenar de vuelos ilegales al mes, según datos de la Policía Nacional, dato que demuestra la necesidad de que el control sea cada vez más potente.
El caso es que los usos de estos sistemas antidrones se están abriendo paso cada vez en más ámbitos y cada vez en más regiones.
El control casi obligado del espacio aéreo para evitar colisiones con la aviación tradicional está consolidado pero… ¿y en otras situaciones?
Pues bien, en Valencia encontramos un caso de uso que va a cobrar vida esta semana y que ayudará a la Policía Nacional a detectar el uso de drones durante la celebración de las Fallas -que de manera atípica debido a la pandemia se están celebrando estos días-.
Es cierto que la ciudad de Valencia, en su conjunto, pertenece al espacio aéreo restringido del aeropuerto ubicado en la vecina población de Manises y por tanto eso restringe al máximo el uso de drones, pero no lo es menos que el control, aun así, se hace necesario.
Desde el Cuerpo Nacional de Policía de Valencia, explican a D+I que "evidentemente este sistema antidrones parte de la base de que en nuestra ciudad está prohibido su uso y necesitamos un sistema de alerta, pero también tenemos que tener en cuenta que en situaciones especiales como es la celebración de las Fallas es necesario extremar todas las precauciones, ya que el uso de dron, además de provocar peligro en la seguridad aérea puede traer consigo la práctica de otras actividades ilícitas".
La Policía Nacional reconoce, en este sentido, que los casos de uso pueden incluir, como de hecho ya se está haciendo en otras ciudades, el control de espacios sensibles, como edificios públicos, hoteles, eventos multitudinarios -si bien la pandemia ha contenido este tipo de reuniones-…
La tecnología que se utilizará en estas Fallas lleva el sello de ASDT System Europe. La empresa catalana, que comenzó su andadura en 2016, es uno de los referentes consolidados en el sector y lleva tiempo trabajando con el cuerpo policial.
Además, el Ministerio de Defensa adquirió a finales del año pasado varios de sus sistemas antidrones para la protección de sus bases en las zonas de operaciones, dentro de la nueva estrategia del departamento dirigido por Margarita Robles contra los atentados terroristas.
El sistema antidrones de ASDT System Europe es un sistema modular que consta de detectores de drones y sistemas de neutralización, ambos en formato fijo o portátil. Permite a través de la inteligencia artificial la identificación y clasificación del tipo de dron, así como el seguimiento en tiempo real del vuelo de la nave.
Su avanzada tecnología facilita a los agentes la ubicación exacta de los pilotos de los drones ilegales, lo que supone un salto cualitativo en materia de seguridad.
Protección en la Eurocopa y la Cumbre del Clima
Según explican a D+I desde ASDT, su nuevo modelo de mano SENDES HD03T es el elegido para garantizar la seguridad en Valencia durante esta semana.
Se trata de un dispositivo portátil, cómodo en el manejo, que se adecua a la perfección a la tarea que desempeñarán los agentes estas Fallas para proteger un espacio aéreo determinado durante un periodo concreto de tiempo.
Se trata de un dispositivo que, además, es compatible con la presencia de numeroso público -aunque este año por la pandemia se trabaje para evitar precisamente las aglomeraciones- dado que difiere claramente en su morfología de un arma al uso y evita cualquier tipo de alarma social.
ASDT mantiene una estrecha relación con otros cuerpos y fuerzas de seguridad. Sus sistemas han sido los responsables de proteger eventos como la Eurocopa y la Cumbre del Clima, y de facilitar la información al Cuerpo Nacional de Policía del dron que sobrevoló el reloj de la Puerta del Sol en Nochevieja.
La mayoría de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como Policía Foral, Mossos o Ertzaintza disponen de sistemas de ASDT, según apuntan desde la empresa catalana.
Pero la pregunta es: ¿cómo funcionan estos sistemas? Lo cierto es que no hay un único sistema. O, al menos, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no sólo usan un solo sistema.
¿Cómo funcionan estos sistemas?
De hecho, hace aproximadamente un año, el aeropuerto de Asturias, bajo extremas medidas de seguridad, acogió un evento en el que 18 empresas especializadas presentaron sus tecnologías.
Son sistemas que van desde los llamados 'drones policía', que sobrevuelan un determinado espacio buscando agentes externos que puedan resultar una amenaza, a otros sistemas 'invisibles' que, sin que el dueño del dron sea consciente, someten a una vigilancia detallada al aparato.
Es el caso, por ejemplo, del sistema que utiliza la Policía Nacional en Madrid. El Centro Inteligente de Mando de Comunicación y Control 091, mediante las herramientas de telecomunicaciones existentes en la capital, registra de forma instantánea cualquier movimiento sospechoso en la ciudad.
Una patrulla de agentes se dirige al lugar de inmediato y puede proceder a la identificación del sujeto que lo está utilizando.
En el caso, del sistema presentado esta semana para controlar las Fallas de Valencia, utilizado también por la Policía Nacional, el control se hace mediante antenas fijas y móviles y un dispositivo de información y actuación.
Según explica Iván Pascual, jefe de la base de medios aéreos de la Policía Nacional de Valencia, "el sistema tiene dos partes, una de detección y otra de inhibición".
Detección e inhibición
La detección se compone de un sistema de antenas fijas y móviles. De esta manera, "en el área de interés que estemos controlando, detecta el vuelo del dron y nos da información: el punto del que ha despegado, la trayectoria, altura… es decir, de todos los parámetros que necesitamos".
Con esa información, explica, "los indicativos policiales evalúan el riesgo para la seguridad ciudadana o si el dron está realizando cualquier actividad delictiva".
Es en ese caso cuando se usan unos sistemas portátiles de inhibición -a modo de brazo que emite una señal en dirección ascendente- que "hace que el aparato entre en un modo de seguridad que provoca que vuelva al lugar de origen".
En este tiempo, "se han puesto en marcha recursos policiales, fundamentalmente una patrulla que logrará identificar al presunto infractor".
Se trata, pues, de una especie de policía invisible con muchos sistemas de detección posibles y que ya se está utilizando en varias ciudades para muchos usos diferentes. Los usuarios de drones con malas intenciones deben saber que existen estos sistemas a la hora de plantearse cualquier fechoría.
La propia Ley de Seguridad Aérea establece en este sentido sanciones por infracciones leves, graves y muy graves, que van desde el apercibimiento a multas de un mínimo de 60 euros y un máximo de 4,5 millones de euros.
Los expertos de la Policía Nacional recuerdan la importancia de informarse previamente sobre las condiciones en las que un dron puede o no puede ser utilizado, así como tener en cuenta el "peligro que pueden suponer estos aparatos, difícilmente calificables como juguetes".