La mujer invisible. Este podría ser perfectamente el título de una película de ciencia ficción. Pero, lamentablemente, se trata de una de las conclusiones extraídas del trabajo realizado por alumnos y alumnas de 4º de ESO del colegio Trilema de Soria sobre la tecnología y el papel de las chicas.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, aquí tenemos a otro de los centros educativos que han aceptado la propuesta de D+I. En este caso, estamos en un colegio que potencia las asignaturas tecnológico-científicas y que dispone de un aula maker y de dos salas de informática, espacios equipados para que el alumnado pueda desarrollar el pensamiento computacional a través de la programación, la robótica, la impresión 3D y la reflexión sobre el funcionamiento de la Inteligencia Artificial.
No es de extrañar, dado este contexto, que los alumnos y alumnas encaren con interés la idea de debatir sobre algo de rabiosa actualidad: el metaverso, la realidad virtual. Que levante la mano quien no sienta curiosidad por un universo que pretende convertirnos a todos en avatares.
Ya que no vemos ninguna mano, podemos empezar a escuchar las opiniones de Lucas, Rebeca, Yann, Ana, Inés, Juan, Mireya, Oriana o Sofía. Aviso: vienen curvas (virtuales, claro).
"Este tipo de tecnología puede significar la extinción de la especie humana", disparan para empezar. Pero que nadie juzgue la frase, aunque parezca exagerada. Lean primero el argumento esgrimido.
"Si el metaverso se utiliza como herramienta cotidiana, aumentará el aislamiento social porque la gente se volverá adicta a esta herramienta, por el hecho de que será más entretenida que el móvil. Se creará otro mundo, haciendo así que el mundo se aísle y poco a poco la gente se vuelva perezosa, le cueste tener relaciones con otras personas y no salgan a la calle, entre otras cosas", reflexionan los partidarios del apocalipsis.
Turno para los creyentes. "El metaverso será bueno para utilizarlo como una herramienta necesaria para nuestro día a día, porque puedes elegir o probar objetos de todo tipo y después comprarlo en el mundo real y así ahorrar ese tiempo en el que tienes que ir y probar o pensar en el color, tamaño, calidad, etc. de lo que vas a comprar", remarcan.
Pros y contras
Es decir, "te permitirá mejorar tu experiencia de compra y venta, sintiéndote cómodo y además ahorrándote el viaje".
"Cambiar la forma de aprender en las escuelas, que nuestro avatar viaje a través de la Historia o que podamos asistir a experiencias muy realistas sin gastarnos dinero", son otras de las ventajas aportadas.
Pero ¿puede haber acuerdo tras la discusión? La respuesta es afirmativa. Ambos grupos, moderados por su profesor de Tecnología, Fernando Santos Valerio, sellan la paz y concluyen que para evitar perjuicios "no se debería introducir el metaverso como una herramienta imprescindible para el día a día, sino como una herramienta que únicamente sirva para facilitar el trabajo o algunas actividades culturales o de ocio".
Pero esta paz apenas dura unos minutos. Estos dos grupos que debatían sobre pros y contras se han aliado ahora para luchar contra un enemigo común: la brecha de género que se da en el universo de la innovación y la tecnología.
Aunque reconocen que "poco a poco la cifra de mujeres que estudian carreras científicas va en aumento", hay que estar en guardia. La razón es simple: "Si una mujer quiere ser ingeniera, y teniendo en cuenta que el porcentaje de mujeres que lo son en España supongamos que es menor del 1%, puede pensar que esos hombres que trabajen con ella puede que la discriminen, la critiquen, la juzguen por cómo va vestida…"
Es decir -añaden-, "se va a sentir incómoda solo por ser la única mujer entre esos hombres, a pesar de que siempre habrá muchos hombres que la respeten y confíen en sus habilidades, no como mujer sino como persona".
"La mujer acaba retrocediendo o le cuesta elegir lo que realmente desea, haciéndola ir más por otro tipo de ramas a la hora de estudiar".
Todos estos pensamientos verbalizados por los alumnos y alumnas de esta clase demuestran una realidad que casi se puede tocar: "La mujer acaba retrocediendo o le cuesta elegir lo que realmente desea, haciéndola ir más por otro tipo de ramas a la hora de estudiar".
También ponen sobre la mesa estos alumnos y alumnas que "hay que tener en cuenta la mentalidad de su entorno y cómo pueden influir en sus pensamientos".
En cualquier caso, según resuelven, "el papel de la mujer en la ciencia es muy importante, porque también ellas pueden pensar como un hombre, ya que al fin y al cabo somos todos de la misma especie (humanos)".
La realidad virtual está muy bien y ofrece muchas posibilidades, pero las alumnas reconocen que tiene que ir acompañada de la mejora de otra realidad, la de la invisibilidad de la mujer. "Nuestro papel es poco visible, aunque por suerte existe en España un programa llamado STEM Talent Girl, donde te guían sobre qué rama de STEM elegir".
El objetivo es que la mujer invisible, en el mundo real o en el virtual, se manifieste y que tenga la misma credibilidad de la que disfrutan los hombres.