Hace poco más de una semana cerró sus puertas uno de los grandes eventos tecnológicos de España y, por qué no decirlo, del mundo: el Mobile World Congress. Esta convocatoria se ha convertido en un punto de encuentro imprescindible para la industria, en el que emprendedores, inversores, expertos, consejeros delegados, periodistas y otros tantos actores del ecosistema definen las líneas maestras del mismo para los próximos meses.
En una cita que se presupone avanzada por las temáticas que trata, lo cierto es que todavía hay aspectos que parecen haberse quedado estancados en el pasado y, entre ellos, uno que es especialmente sangrante: la presencia de las mujeres. Parece que el uso del femenino solo se aplica a la tendencia que ha protagonizado la feria en esta edición: la inteligencia artificial.
Ni un tercio de los asistentes
Hace unos años existía en el sector una especie de paradoja que servía para ejemplificar la situación de desigualdad en este tipo de eventos: las colas ante los baños. La multitud presente en este tipo de convocatorias, que en caso el Mobile World Congress llega incluso a superar los 100.000 asistentes, implica que hay que hacer filas para casi todo, desde probar un dispositivo hasta comer e incluso para acceder a un stand y, por supuesto, para ir al baño.
Sin embargo, lo llamativo del asunto es que, ediciones atrás, las colas que había que esperar para ir al lavabo solo existían en el caso de los aseos masculinos, ya que los dedicados a las mujeres estaban vacíos o apenas llenos. Esto, que puede quedar en una simple anécdota, daba cuenta de una forma totalmente visual de la poca presencia femenina que acudía a esta cita.
Apenas existen datos que ayuden a aterrizar esta evidente diferencia de asistencia basada en el género. Buscando y buscando, prácticamente lo único que se puede encontrar son porcentajes, entre ellos los de la organización, que afirma que el año pasado de los casi 89.000 asistentes a la Fira, apenas el 26% fueron mujeres. Menos de un tercio.
No obstante, fue motivo de celebración, ya que son casi diez puntos porcentuales más que en la edición de 2015, donde solo representaron el 15%. Aún así, tampoco supone más que una tímida mejora respecto a 2018, uno de los años más exitosos del Mobile (por no decir el más exitoso), al que acudieron 107.000 personas, pero donde las mujeres solo supusieron un 24% del total.
Esperanza en el ecosistema emprendedor
La diferencia también se hace notable en los empleos que desempeña cada género dentro de la Fira de Barcelona. Hace unos años, era casi imposible encontrar a un hombre haciendo de azafato en cualquier de los stands; hoy en día, aunque esta diferencia ya no es tan notable, las mujeres siguen siendo las elegidas mayoritariamente para llevar a cabo esas tareas, especialmente en los puestos de las grandes tecnológicas.
Algo similar ocurre con la prensa que cubre la convocatoria. Si hace unos años (que no tantos, cinco o seis) en la sala reservada para los periodistas predominaba el género masculino, ahora la paridad parece ser algo más cercano.
Donde sí se ha logrado prácticamente una igualdad real o, al menos, hay un trabajo detrás importante, es la distribución de la agenda del evento. En 2018, las mujeres solo representaban un 28% del programa de la conferencia, mientras que en la edición que acaba de concluir, de los 1.100 conferenciantes previstos, el 40% han sido mujeres, mucho más cerca de ese 50% deseado.
También, parece haber esperanza en la parte más emergente de la feria, el 4 Years From Now, el espacio dedicado al emprendimiento y a la innovación. En ese pabellón, donde la edad media es menor, la paridad parece casi algo real. En él se congregan las consejeras delegadas de startups nacionales e internacionales, inversoras, emprendedoras o expertas que dan cuenta de sus proyectos y soluciones.
Y todo ello, cabe recordar, en un escenario que no les es nada favorable, ya que, solo el 20% de las personas que deciden emprender en España son mujeres, según el último Mapa del emprendimiento español elaborado por South Summit, una distribución que no ha variado en una década, a pesar de que ellas están mejor formadas. A ello se suma, una mayor dificultad para conseguir fondos, ya que solo el 7% consigue su primera financiación del sector privado.
Un reflejo de la sociedad
Lo cierto es que esta desigualdad presente en el Mobile World Congress no afecta únicamente al evento celebrado en Barcelona, sino que ocurre prácticamente en todas las convocatorias relacionadas con la tecnología y la razón de este desequilibrio no es otra que el hecho de que estas citas son un reflejo de la sociedad en la actualidad.
Según datos de Eurostat relativos a 2022, solo el 17,8% de la población ocupada en España con formación STEM son mujeres, lo que representa un retroceso de 3,1 puntos porcentuales entre 2021 y 2020. A esto se suma que, según el informe PISA, solo el 5,2 % de las chicas espera trabajar en profesiones del ámbito de la ciencia y la ingeniería, frente al 15,3% de los chicos.
Este tema no es algo nuevo, año tras año diferentes medios han coincidido en denunciar la falta de igualdad que existe, tanto en los eventos mencionados como en el sector. Sin embargo, no por ello es menos necesario volver a traerlo a colación, especialmente, si se recuerda que en seis años la presencia de mujeres en el Mobile World Congress solo ha subido dos puntos porcentuales o que en diez años no ha cambiado ni una décima la distribución 80%-20% entre emprendedores y emprendedoras en España (y a nivel mundial).
Todo ello, teniendo en cuenta, además, que esta cita, una de las más importantes del ecosistema tecnológico y del emprendimiento, se ha celebrado apenas seis días antes del Día Internacional de la Mujer.