Sólo en 2021 y sólo en nuestro país, se diagnosticaron un total de 276.000 casos de cáncer, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), y se estima que fallecieron 113.000 pacientes debido a esta enfermedad. No es de extrañar, por tanto, que tanto la comunidad investigadora como el sector público y las empresas estén buscando, vía innovación, cómo erradicar el cáncer de nuestro vocabulario cotidiano.
Tampoco resulta baladí, siguiendo este razonamiento, que esa innovación no se circunscriba únicamente al ámbito médico o farmacológico, sino que apueste por la multidisciplinariedad y la transversalidad. Y es que, como suele decirse, a grandes retos, grandes soluciones.
Sobre este tema versó el encuentro organizado por la Universidad Carlos III de Madrid junto a FENIN (Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria) esta semana. Una cita que sirvió para poner sobre la mesa la importancia de la colaboración entre los distintos agentes en el sector de la salud y, en concreto, para explotar el dato en la lucha contra enfermedades complejas como el cáncer.
Tras la pertinente bienvenida, a cargo de Carlos Blanco, vicegerente de Investigación y Transferencia de la UC3M, sería Margarita Alfonsel, secretaria general de FENIN, quien introduciría algunos de estos conceptos en la conversación.
"Uno de los grandes objetivos pasa por impulsar una nueva cadena de valor en torno a la tecnología sanitaria, que apueste por la I+D+I, la transferencia de resultados y la creación de nuevo tejido empresarial innovador y de alto valor añadido". En opinión de Alfonsel, esta colaboración debería llevarnos a la "construcción de un sistema sanitario más moderno, inteligente y sostenible" sobre los pilares de iniciativas como la Plataforma de Innovación en Tecnología Sanitaria, creada en 2009, que ha evolucionado ahora a un foro de startups.
Sobre esta última iniciativa, Sergio Muñoz, director de Innovación, Salud Digital y Tecnologías Emergentes de FENIN remarcó su potencial innovador, al mismo tiempo que reclamó medidas como una 'sandbox' "donde poder desarrollar proyectos de transferencia desde las universidades hacia las compañías, nuevos modelos de compra y regulaciones novedosas en un ámbito complejo como éste" o el apoyo para la internacionalización de estas tecnologías. "Afortunadamente nuestro sistema de salud no es capaz de absorber toda la tecnología que se desarrollará en este campo, pero esa necesidad ha de ser trasladable a otros países".
Hablando de transferencia, esa clave para unir la innovación más disruptiva con el mercado y los pacientes, Virgilio Díaz -director del Servicio de apoyo al Emprendimiento y la Innovación del Parque Científico UC3M- presentó el nuevo Mapa de capacidades en I+D+I de Tecnologías Biomédicas y Ciencias de la Salud de esta universidad.
Se trata de un documento con el que "comunicar y conectar la labor investigadora de nuestros profesores con el tejido empresarial para desarrollar actividades de colaboración y búsqueda de soluciones a los retos de la sociedad". Un mapa del que se extrae que actualmente el 62% de los departamentos de investigación de la UC3M focaliza una parte de su I+D+I en el sector salud.
Pero estas premisas generales han de ser traducidas en casos concretos, tanto de investigación como de transferencia tecnológica, que nos ayuden en los grandes retos de salud de nuestros tiempos. Con este propósito, dos profesores de la UC3M y dos representantes de empresas colaboradoras se unieron en una mesa redonda, moderada por Mar Carpena -periodista de D+I- para explicar las principales líneas de actuación en materia de datos y su potencial para plantar cara al cáncer como emblema de dichos retos.
Es el caso de Eva Méndez, investigadora del departamento de Biblioteconomía y Documentación y Vicerrectora adjunta de Política Científica UC3M. Su área de especialización es la metainvestigación, esencial para conseguir que "los datos en salud sean lo mejor posibles y permitan hacer una investigación de calidad".
¿Qué entendemos como buenos datos? "Que sean encontrables, accesibles, interoperables y reutilizables", contestó. Junto al Hospital Virgen del Rocío trabaja precisamente en un proyecto europeo para sentar sus requisitos técnicos básicos.
Coincide en la importancia de los datos Javier Pascau, investigador del Grupo de Investigación Biomedical Imaging and Instrumentation Group (BiiG UC3M). Desde su área de I+D+I trabaja en varias líneas, incluyendo una "para mejorar los datos de imagen del paciente para ponerlos en el momento y lugar adecuado para el cirujano oncológico, incluyendo tecnologías como navegación quirúrgica o realidad aumentada". Con ello se consigue, en sus palabras, "una mayor personalización y ser menos intrusivo".
Asimismo, y junto con la Clínica de Navarra, Pascau forma parte de un proyecto europeo para limitar la toxicidad de los tratamientos de radioterapia, "mediante el análisis de imágenes y dosimetría de los pacientes". Explicó que "el cáncer de próstata tiene toxicidad y se podría minimizar radiando mejor las zonas concretas, gracias a modelos predictivos de toxicidad".
Precisamente en el ámbito de la imagen y el diagnóstico encontramos a Belén Soto, Digital Sales General Manager Southern Europe Region en General Electric Healthcare. La directiva reconoció que la medicina de precisión es una de las principales áreas de inversión de su compañía y que su objetivo final es "transformar la manera en que se hace actualmente el diagnóstico, orientado a protocolo y basado en información fragmentada, a un modelo más personalizado en el que las decisiones se toman con información integral y aumentada por la inteligencia artificial".
Una información de la que disponemos ampliamente pero usamos menos de lo deseable. Luis Javier Bonilla, director general de CGM Clinical España (CompuGroup Medical) criticó al respecto que su empresa gestione 22 millones de historias clínicas en nuestro país, "un enorme activo que está infrautilizado". En su opinión, deberíamos desarrollar tanto plataformas de acceso rápido a esa información en el proceso asistencial como otras "destinadas al uso secundario de investigación y generación de conocimiento" para finalmente unir ambos mundos, "que hoy por hoy no hablan entre sí, cuentan con modelos distintos y presupuestos separados".
Momento único.
La ocasión para celebrar este encuentro de la UC3M y FENIN no podría ser más pertinente. En los últimos meses, hemos conocido tanto el PERTE para la salud de vanguardia -aprobado a finales del 2021 por el Gobierno de España- como el programa misiones, relativo al Cáncer, del Programa Marco Europeo Horizonte Europa. Ambos prometen una importante inversión destinada a la investigación y la innovación en este campo que puede y debe ser aprovechada por todos los agentes de la cadena de valor.