Los centros tecnológicos registraron en 2021 un incremento que roza el 14% en sus ingresos totales respecto al ejercicio anterior. Lo que en números totales suponen casi 662,5 millones de euros. 

Un refuerzo de la actividad que también ha derivado en un aumento de las contrataciones (6% respecto a 2020), dando empleo a más de 8.600 profesionales, de los que casi 6.600 son investigadores y tecnólogos y cerca de 1.400 doctores en plantilla.

Conclusiones que recoge el último Informe Anual de la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit), del que forman parte 43 socios repartidos por todo el territorio, donde más de 25.000 empresas han ejecutado 5.000 proyectos de investigación durante el pasado años. 

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Estas cifras ponen de manifiesto la continuidad del crecimiento de estos organismos de investigación privados sin ánimo de lucro. Su finalidad es ejercer de socios estratégicos para impulsar la I+D+i en el tejido empresarial de nuestro país, principalmente entre las pequeñas y medianas empresas.  

Salvo en 2020, por el impacto de la pandemia, los datos agregados de ingresos de los socios de Fedit presentan, al menos desde 2017, incrementos por encima del 10% anual. Lo que supone que “los centros tecnológicos de España son un ejemplo de eficacia y eficiencia, y cumplen con el objetivo por y para el que fueron creados”, ha defendido el presidente de la federación, Carlos Calvo.

Más cerca del equilibrio público-privado

En cuanto a sus fuentes de financiación, del total de esos casi 662,5 millones de ingresos, el 45,7% corresponden a fuentes públicas, mientas que el resto (53,3%) proceden del ámbito privado.

Porcentajes que acercan a los centros tecnológicos españoles a un modelo más parecido al de otros países de nuestro entorno, alejándose del balance 33% - 66% que presentaban, por ejemplo, en 2016.

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Sin embargo, desde Fedit, apuntan a que aún queda trabajo por hacer en el diseño de políticas públicas de I+D+I. Piden un refuerzo de la financiación estructural para que no esté basada tanto en la inversión en proyectos y se oriente más al cumplimiento de indicadores de éxito.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima, en un reciente estudio, que el porcentaje de financiación basal (aquella vinculada al cumplimiento de resultados y disponibilidad de recursos) en los centros europeos se mueve en un rango entre el 23% y el 45%, dependiendo del tipo de entidad y del país. Mientras que los socios de Fedit siguen acreditando porcentajes por debajo del 13% en este tipo de ingresos públicos.

Tasa de éxito acumulada en H2020. FUENTE: Fedit.

 

En este sentido, el informe recoge “la capacidad competitiva de estos organismos a través de la excelencia en su participación en programas públicos de I+D+I”. Una afirmación que refuerza la información que el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) publica sobre los datos de retorno en el Programa Marco de la Unión Europea, con una tasa de éxito acumulada 2014-2020 Horizon 2020 del 17,9%.

Además, los ingresos por financiación pública competitiva (nacional e internacional) de los centros tecnológicos crecen por encima de otras partidas (hasta un 16,4% de media). Un dato relevante en un colectivo en el que sus ingresos públicos proceden, en su mayoría, de esa capacidad de participar con éxito en convocatorias públicas competitivas.

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En el actual contexto de incertidumbre de la economía, el presidente de Fedit considera que “es más necesario que nunca dedicar el máximo esfuerzo a corregir los desequilibrios estructurales que merman la capacidad competitiva como país”. Y demanda un esfuerzo extra de la Administración General del Estado para la elaboración de una Estrategia Nacional “ambiciosa y específica” para el ecosistema que conforman los centros tecnológicos.

“Una estrategia que contemple la evolución y consolidación de los centros tecnológicos como palanca de desarrollo económico en el marco de la revolución tecnológica y social actual; y que articule los mecanismos necesarios para que todo el talento y la capacidad, para que todo el potencial de los centros tecnológicos se despliegue de forma más ordenada, eficiente y eficaz en beneficio de nuestra sociedad”, defiende Calvo.