"Está previsto que el ELT esté operativo en 2028", asegura Roberto Tamai, director del Programa del Telescopio Extremadamente Grande, ELT en sus siglas en inglés, que participó ayer en la presentación de la celda del quinto espejo (M5) del instrumento, desarrollada por la división aeroespacial de la empresa de ingeniería de tecnología avanzada española Sener.
La celda del quinto espejo (M5) del ELT, con un peso total de 1.350 kilos, es un sistema de corrección óptica rápida que permitirá estabilizar los movimientos de imagen inducidos por los distintos mecanismos del telescopio y por las vibraciones del viento.
"Este sistema es esencial para poder obtener imágenes nítidas del espacio. Teniendo en cuenta que un telescopio necesita horas para obtener imágenes de calidad y que se han de obtener desde un mismo lugar, resulta imprescindible estabilizar los movimientos producidos por el mismo instrumento o por las condiciones meteorológicas de su entorno para un obtener un buen resultado", explica Tamai.
El sistema que presentó Sener en su sede de Cerdanyola (Barcelona), consta además de un mecanismo de alineamiento activo capaz de reconfigurar la posición de la celda. La etapa de corrección óptica se realiza a través del Tip-tilt, formado por tres actuadores piezoeléctricos, que permiten corregir perturbaciones con precisión nanométrica.
"El espejo tiene 2,7 metros de diámetro y es muy importante que lo podamos mover rápido para la estabilización de la imagen", comenta Joan Manel Casalta, responsable de Astronomía y Ciencia de Sener y participante ayer en la presentación de la celda del quinto espejo (M5).
"El movimiento es rápido, pero estamos hablando de nanómetros, medidas muy muy pequeñas que nos permitirán tener una imagen nítida", incide Casalta.
El sistema de corrección óptica rápida también hace posible reposicionar el espejo en rangos inferiores o iguales a 5 milímetros, una ínfima cifra que muestra la gran precisión de la que gozará el único telescopio terrestre de grandes dimensiones en el mundo, que cuenta con un diámetro de 39 metros y un peso total de 950 kg.
Organización intergubernamental
El ELT es la propuesta del Observatorio Europeu Austral (ESO) para la nueva generación de telescopios ópticos. Creada en 1962, esta organización astronómica intergubernamental está formada por dieciséis países miembros plenos (España, Bélgica, Alemania, Francia, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Suiza, Italia, Portugal, Polonia, Reino Unido, Finlandia, República Checa, Irlanda y Austria), tiene sus oficinas centrales en Alemania y cuenta también con delegación en Santiago de Chile, país que acoge los telescopios terrestres de la organización.
"El ELT es el último proyecto del ESO, único en el mundo, el más avanzado en su desarrollo y el primero de su categoría que entrará en funcionamiento, y todo ello para beneficio de nuestros socios pero también para la Humanidad, ya que después de un año de llevar a cabo los descubrimientos, éstos están a disposición de toda la comunidad científica global", concreta Xavier Barcons, director general del ESO, uno de los tres ponentes que participó en la presentación de la celda del quinto espejo (M5).
Alta tecnología de Sener
La división de Astronomía de Sener es una de las empresas que participa en los proyectos del ESO desde que España se incorporó a la organización, en 2006. "Hemos ganado los concursos públicos para tres contratos relacionados con el ELT, los espejos M2, M3 y M5 y también para desarrollar un robot manipulador que deberá mover los espejos del ELT", concreta Casalta.
El grupo Sener, experto en desarrollar proyectos de alta tecnología, ha participado en la exploración espacial, la astronomía y la tecnología para la defensa, fabricando y probando con éxito componentes para el ensamblaje de satélites en la sonda espacial científica Euclid, participando en diferentes misiones de la Agencia Espacial Europea o como proveedor de los equipos auxiliares del TLE.
Desde los telescopios del ESO ubicados en la zona norte de Chile se han obtenido datos fundamentales para la ciencia: se descubrió el exoplaneta habitable más cercano a la Tierra, el Proxima Centauri b; también las estrellas en la órbita del agujero negro de la Vía Láctea y su estrella más antigua; y se han realizado mediciones de la temperatura cósmica, entre otros. El ELT, el telescopio óptico e infrarrojo cercano más grande jamás construido, se espera que de respuesta a muchos interrogantes astronómicos. Entre sus futuras misiones se encuentran la de rastrear planetas similares a la Tierra alrededor de otras estrellas, o encontrar evidencia de vida fuera de nuestro sistema solar, o muchas otras que ahora mismo son imposibles de imaginar.
"Ahora tenemos un duro trabajo de integración de los mecanismos del telescopio, una parte crítica y complicada que empezará en 2026 y que ahora ya estamos planificando", explica Barcons. En España, además de Sener, el Centro de Astrobiologia del CSIC y el Instituto de Astrofísica de Canarias también participan en la construcción del gran telescopio.