El sistema de predicción de errores en una máquina de producción de tejidos.

El sistema de predicción de errores en una máquina de producción de tejidos.

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La empresa española que reduce errores y minimiza residuos en la industria textil, una de las más contaminantes

Aracne aplica visión artificial y aprendizaje automático en las máquinas de tejer para detectar errores en tiempo real y minimizar el desperdicio.

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En la mitología griega, Aracne era una tejedora muy habilidosa que presumió delante de Atenea, la diosa de la artesanía -además de serlo de la sabiduría y de la guerra- de ser más diestra que ella con el telar. Para demostrar cuál de las dos era superior, la divinidad la retó a tejer sendos tapices. 

Atenea (Minerva, en la mitología romana) plasmó los grandes hitos de los dioses, mientras que Aracne lo usó para mostrar sus pecados amorosos. Una osadía que le valió el enfado de la diosa, que en represalia la transformó en araña para que se dedicara a tejer toda la eternidad.

En este mito se inspiraron Xavier Plantá, director del área de Tecnologías Industriales de Eurecat, y Enric Martí, CEO de Aracne, para dar nombre a la spin-off que quiere transformar los procesos de producción de tejidos mediante la digitalización de las máquinas que los tejen. 

Lo eligieron en junio de 2023, durante la feria industrial del sector textil, ITMA, que se celebra cada año en Milán. Fue ahí cuando se dieron cuenta de que la idea que habían gestado en 2018 ya era consistente y tenía futuro. 

“Antes de la pandemia, empezamos a trabajar con Enric y su equipo de Canmartex, empresa dedicada a la fabricación de maquinaria textil, para identificar los grandes retos del sector”, cuenta Plantá a DISRUPTORES - EL ESPAÑOL durante una videollamada, en la que también está presente Martí. “Nos dimos cuenta de que la industria textil, a pesar de su relevancia económica y social, está muy atrasada en su digitalización”. 

Detectar el error antes de que ocurra

Desde el otro lado de la pantalla, ambos explican a este medio que la producción de tejidos sigue dependiendo en gran medida de sistemas analógicos y métodos tradicionales, que generan un elevado margen de error. Estos defectos en la manufactura provocan desperdicio de material y altos costes operativos.

“En este sector, los fabricantes asumen de entrada que un porcentaje de su producción será defectuosa. Pero en lugar de reducir los fallos, simplemente producen más para compensar”, señala Martí, conocedor de esta industria. 

En un momento en el que la sostenibilidad y la eficiencia son claves, la solución que propuso el equipo de Aracne consistió en aplicar inteligencia artificial y visión artificial para detectar problemas en tiempo real y minimizar el desperdicio.

Para ello, la spin-off ha desarrollado un sistema basado en sensores y cámaras de alta precisión que supervisan las máquinas y detectan fallos en sus agujas y platinas antes de que afecten a la producción.

Más del 60% de los defectos en los tejidos proviene de estos elementos mecánicos y de una mala configuración de la máquina. Si conseguimos corregir estos errores antes de que ocurran, reduciremos el desperdicio de material y los costes operativos”, explica Plantá.

La tecnología de Aracne se diferencia de otras soluciones en que no solo inspecciona el tejido al final del proceso, también interviene en tiempo real, permitiendo ajustes inmediatos en la producción. “Es la diferencia entre corregir un problema o evitar que ocurra. En la industria textil, hasta ahora, se ha aceptado el error como parte del proceso", afirma Martín, gran conocedor de este sector. 

Industria fragmentada y resistente al cambio

Tras varios años de pruebas y desarrollos, Aracne ha comenzado su fase de implementación. Actualmente, cuenta con unas 80 instalaciones en fábricas textiles de distintos países en una etapa beta, lo que les ha permitido ajustar su sistema a diferentes entornos industriales. Una adaptación que no ha resultado nada fácil. 

Entre los mayores desafíos a los que se enfrenta este desarrollo es la falta de estandarización en esta industria. “Cada fábrica tiene una configuración distinta, con máquinas de diferentes marcas y modelos, algunas con décadas de antigüedad”, explica Martí. “No podemos pedirles que reemplacen todo este equipamiento, así que nuestra solución debe ser adaptable y escalable”.

Eso explica, en parte, por qué la digitalización de este sector ha sido más lenta que en otras industrias. “A diferencia de la automotriz, donde los proveedores están alineados en una misma cadena de producción, en el textil cada parte del proceso es independiente y a menudo está desconectada del resto”, detalla Plantá.

La tecnología desarrollada hasta ahora se basa en diferentes patentes de detección y predicción de defectos, que pueden adquirirse como módulos independientes, permitiendo a cada fabricante adaptar la solución a sus máquinas de tejer

El próximo objetivo es lanzar la versión definitiva de esta tecnología en junio de 2025, con todas las mejoras que han incorporado tras la primera fase de implantación.“Queremos que el sector textil vea que la digitalización no es un lujo, sino una necesidad para seguir siendo competitivos”,  defiende Martí.

La empresa, con sede en Argentona (Barcelona), prevé alcanzar un volumen de ventas de 6 millones de euros a finales de este año

Reconocimiento europeo

El impacto de Aracne no ha pasado desapercibido. La spin-off ha sido galardonada con el European Digital Innovation Hubs (EDIH) Awards en la categoría de Digitalización Verde. Un reconocimiento, otorgado por la Red European Digital Innovation Hubs, que distingue los proyectos que han proporcionado con éxito soluciones a las pymes para apoyar su transformación digital.

“Este premio distingue la innovación que hemos introducido con la tecnología de visión artificial para el control de agujas y platinas, favoreciendo así la fabricación con cero defectos”, destaca Plantá.

Enric Martí, por su parte, subraya que “este sistema contribuye a impulsar la sostenibilidad de la industria, incrementar la producción y reducir costes de fabricación, además de mejorar el posicionamiento innovador de las empresas de esta industria”.

Pero la ambición de los impulsores de Aracne no se queda solo en la optimización de la producción textil. Quieren ir más allá y expandirse a otras áreas de la cadena productiva. “Estamos desarrollando una solución para la inspección de prendas terminadas, con el objetivo de evitar devoluciones y mejorar el control de calidad”, adelanta Plantá. Porque si algo tiene claro el equipo de Aracne es que la industria textil necesita evolucionar, y la digitalización es la clave para hacerlo.