En poco más de año y medio de cambio radical y, "por infortunadas circunstancias, el mundo se ha movido hacia lo digital a un ritmo y velocidad que jamás habíamos visto", señala César Cernuda, presidente global de NetApp desde julio del año pasado, con su despacho instalado en Madrid.
Cernuda ha sido anfitrión principal en el evento anual 2021 de la multinacional, cuyo eje central son los datos y la nube, en la que una enormidad de empresas ha buscado apresuradamente refugio y remedio durante la tormenta pandémica.
"En 24 horas, las compañías han empezado a operar en la nube. Pero la realidad es que nosotros, como NetApp, tenemos que asegurarnos de construir sobre la base de nuestros 30 años de historia", asevera.
Cernuda, español nacido en 1972 en Tampico (Tamaulipas, México), "orgulloso de decirlo", hijo y nieto de emigrantes , hoy jurado del Premio Princesa de Asturias, educado en el IESE de Navarra y en la Harvard Business School, compone una imagen de ejecutivo cosmopolita: "Viví en Cuernavaca [México] hasta los nueve años. He vivido en Singapur y en París. He tenido mi despacho en Seattle [trabajó en Microsoft desde 1997 hasta 2020 con diversos altos cargos] y en Dinamarca, al lado de Copenhague…".
Ahora tiene en sus manos herramientas que aspiran a convertir el entorno de las nubes en un territorio fácilmente transitable para "liberar los datos de las empresas", según afirmó en la alocuión inaugural de la convención de su compañía. Una convención datada en San José (California), ejecutada en el universo virtual y estrenada desde Madrid.
Más datos
Inmediatamente después de su presentación, Cernuda conversó con D+I para detallar lo que han supuesto estos meses de emergencia y aceleración digital. Y las novedades en su producto principal, el software de control Ontap (va por la versión 9.10), definido por algunos directivos como "el sistema operativo de la nube híbrida", que resuelve la complejidad de mover datos entre distintas nubes, simplificando la administración de los sistemas.
Su gran objetivo es facilitar un entorno capaz de abarcar y homogeneizar, con el mismo tipo de software y aplicaciones, el heterogéneo mundo de las nubes hiperescalares (Azure de Microsoft, AWS de Amazon, Google Cloud, IBM) con las privadas, on-premises, para construir su 'tejido de datos' (data fabric) en una nube híbrida, múltiple y sin fronteras.
Nos hemos ganado la confianza de nuestros clientes, almacenando a través de tecnología y con nuestro software Ontap lo más preciado que tienen: sus datos.
"Como compañía que lleva 30 años sirviendo a clientes enterprise en el mundo de aplicaciones de misión crítica, nuestra obsesión es ser capaces de dar soporte 24x7, 365 [días al año]. Y eso lo recalco porque hay muchas compañías en el mundo de la nube que no tienen ese bagaje", asevera Cernuda como punto de partida.
"Nos hemos ganado la confianza de nuestros clientes, almacenando a través de tecnología y con nuestro software Ontap lo más preciado que tienen: sus datos", reafirma.
"En los últimos años nos hemos dado cuenta, primero, de que el mundo estaba cambiando. Que los clientes empezaban a tener necesidades relativamente distintas, la información y los datos empezaban a estar en distintos datacenters, en las nubes públicas, y muchos empezaban a tener problemas, porque no eran capaces de hacer funcionar sus datos con la velocidad y performance que ellos querían".
Su conclusión es que NetApp se ha "convertido en una compañía que realmente tiene tecnología nativa [de la nube] y es un producto [Ontap] que comercializan los propios Microsoft, AWS y Google, para correr sus aplicaciones".
Más aplicaciones y adquisiciones
Pero, es el caso que, según se ha anunciado en el evento anual, durante los últimos 18 meses, mientras la nube se apretaba para recibir una multitud de nuevos usuarios, NetApp ha seguido una política propia de expansión.
Ha adquirido nuevas aplicaciones, que se incrustan en el funcionamiento de su 'sistema operativo' Ontap: CloudJumper, en abril de 2020; Spot.io en junio de 2020; DataMechanics en junio de 2021; y CloudCheckr, operación en marcha anunciada este mismo mes.
Añadir así funcionalidades es una fórmula que de algún modo recuerda la manera en que Microsoft fue incorporando opciones a Windows con la inclusión de diversas aplicaciones que iba comprando.
"Hemos visto que muchos nuevos potenciales clientes eran nativos en la nube y muchos de nuestros clientes existentes querían tener nuevos servicios y nuevas aplicaciones. Y decidimos empezar a ofrecérselas", justifica Cernuda.
"Fíjese, nosotros nos metimos en el mundo de los containers con nuestros propios desarrollos", advierte. "Hemos lanzado Astra [automatización en la gestión de datos en kubernetes] para ser capaces de ayudar a estos clientes en entornos híbridos y es un punto de inflexión en la forma de operar con nosotros", añade.
"Pero también hemos hecho una serie de adquisiciones para completar nuestro porfolio", prosigue. "Había una gran oportunidad en el mundo del DesktopOps, esto es, gestionar virtual desktops, y por eso compramos CloudJumper. Y hemos ido creando, lo estamos anunciando, el Spot PC para ofrecer servicios alrededor de esa tecnología".
Al incorporar la inteligencia artificial a las soluciones de seguridad, se pueden detectar anomalías que avisen de la posibilidad de estar "en el inicio de un ataque".
"Al mismo tiempo, decidimos comprar Spot[.io] porque era una magnífica oportunidad en la parte de optimización de costes en la nube con Cloud apps…", detalla. "Pero también lo es para muchos dev ops, que querían ponerse up and running en sus departamentos, trabajando de forma nativa en las distintas nubes públicas".
De igual modo explica las compras de DataMechanics, que gestiona Apache Spark de forma nativa en la nube, y CloudCheckr, "el mundo de FinOps", que aporta visibilidad, inteligencia y seguridad al despliegue de infraestructura virtual.
"Hay una integración clarísima de todas ellas [las aplicaciones adquiridas], con sinergias tremendas, en áreas que a los clientes que tenemos más les preocupan", sentencia.
"Creíamos que había una oportunidad y, con la pandemia, hemos tenido una gran acogida. Nuestra idea es seguir en esa línea. Seguir viendo oportunidades, tanto orgánicas como no orgánicas, de crecer sirviendo a nuestros clientes".
Seguridad analítica
Otra novedad llamativa que se anuncia en la versión 9.10 de Ontap es "ransomware protection, para ayudar a nuestros clientes a ser capaces de detectar de forma más rápida [un ataque] en función de información que le va a dar la propia estructura de sus datos".
Esta novedad aplica analítica y machine learning para detectar "anomalías en el consumo de datos, que permiten ver si hay ataques o problemas".
Cernuda señala que NetApp aplica la monitorización del uso de datos, el histórico y el consumo de los clientes desde hace años para detectar problemas y advertirles de manera "proactiva". Al incorporar ahora la inteligencia artificial que "aprende con machine learning", se pueden detectar anomalías que avisen de la posibilidad de estar "en el inicio de un ataque".
Cuestión aparte es si estos nuevos servicios se han de contratar en pago por uso. "Tenemos un modelo histórico por contratación, no por consumo", responde Cernuda. "La gente compraba nuestra tecnología, incluso con nuestro hardware. Luego había contratos de mantenimiento y soporte".
Vamos a crear un mundo de trabajo híbrido. Es fundamental que podamos seguir yendo a las oficinas y trabajar en equipo, pero no todos los días.
Pero… "En el mundo de la nube hemos decidido salir fundamentalmente con suscripción. Pago por uso. Cuando hablamos de Spot, DataMechanics, CloudJumper o CloudCheckr estamos hablando de pago por consumo. Algunos clientes nos piden no pagar por consumo y, si quieren precios distintos, se negocian con una serie de commitments. Eso lo hacemos con clientes históricos. Los nuevos, casi todos quieren probar en función del consumo".
Trabajo híbrido
Cernuda, que se incorporó a NetApp "en medio de la pandemia", no tiene una referencia personal de cómo eran las cosas en su compañía antes, pero asume que en la futura etapa poscovid habrá cambios. "Hemos hablado con nuestros empleados y vamos a crear un mundo de trabajo híbrido. Es fundamental que podamos seguir yendo a las oficinas y trabajar en equipo, pero no todos los días".
Plantea un modelo en el que sean previsibles las reuniones de equipos, en modo presencial. "Iremos aprendiendo en el proceso", aventura. La cuestión viene a cuento por las implicaciones de ciberseguridad que también trae consigo ese modelo híbrido de trabajo.
"La ciberseguridad ya era un reto antes de la pandemia", señala Cernuda. "Ahora se ha hecho un reto mayor porque hemos digitalizado muchísimo más la forma en que trabajamos. Uno de los mayores riesgos es el phishing. Hablamos de cómo se puede penetrar desde el usuario, desde los empleados y sus dispositivos, a las redes centrales, e incluso a nuestras redes privadas… hay mayor riesgo porque el control es menor".
"No obstante, esos empleados, cuando entran en la red están pasando los protocolos de seguridad. En cuanto a si los datos los quiero tener en un datacenter propio o en una nube pública, eso corresponde a cada empresa y cada industria. Incluso a cada país", analiza.
Añade que "hay temas de compliance, regulatorios… Hay países donde el mundo financiero no te deja subir ciertos datos a la nube. O donde se pueden subir, siempre y cuando se garantice que la residencia de los datos y la replicación están en el propio país".
En cuanto a lo que su compañía hace por la seguridad, Cernuda explica que "hace años que venimos trabajando, asegurándonos de que nuestra tecnología tenga la suficiente inteligencia y los parámetros para proteger de ciberataques a los clientes cuando almacenan los datos con nosotros. El mundo va cambiando y, por tanto, vamos actualizando nuestra tecnología en ese sentido".