Cómo acertar con los regalos de Navidad: la ciencia demuestra que lo más valioso es compartir afectos
A través de un experimento neuropsicológico, Bitbrain y Liberty demuestran qué tipo de regalo produce un mayor impacto emocional en las personas.
23 diciembre, 2021 02:26Noticias relacionadas
Entre las costumbres que se imponen en estas fechas navideñas está la de hacer peticiones a Papá Noel o a los Reyes Magos –según los hábitos y creencias de cada casa– para que sean estos seres mágicos los que cumplan los deseos que no se alcanzaron durante los doce meses pasados.
Los más pequeños y los adultos elaboran una lista en la que, lo más habitual, es pedir el último dispositivo tecnológico, el juguete que se ha puesto de moda en las últimas semanas o esa prenda de ropa protagonista de pasarelas y escaparates de las firmas de moda. Todos regalos materiales y que no siempre responden a las expectativas.
Pero… ¿qué es lo que realmente nos hace más ilusión cuando recibimos un regalo? ¿Recibir lo esperado? ¿Dejarnos sorprender? ¿Esa consola tan deseada o un gesto de amor? La mayoría de las personas seguramente respondería a favor de la sorpresa y de esa muestra de afecto. Y no sólo por guardar las apariencias.
La empresa zaragozana Bitbrain ha colaborado con Liberty para demostrar científicamente el valor de las palabras cuando transmitimos gestos de cariño a las personas queridas.
Para ello, han realizado el experimento ‘El mejor regalo’ en el que han participado tres parejas de diferentes países con algún vínculo afectivo: de España, una abuela y su nieto; de Irlanda, dos amigos; y de Portugal, dos compañeros de piso.
María López, directora ejecutiva de Bitbrain, explica a D+I que ninguno de ellos sabía en qué consistía la prueba a la que se iban a someter: “Queríamos que se enfrentaran a ella de forma completamente libre y que expresaran sus emociones de la manera más natural posible”.
“Para nosotros, la dificultad fue que el experimento se realizó fuera de un laboratorio, fuera de un entorno controlado”, reconoce. Unas condiciones que dan más validez a los resultados obtenidos.
Cómo se miden las emociones
Una vez seleccionados los participantes, se separó a una de las personas de cada pareja y se le pidió que escribiera una carta de agradecimiento para la otra. Después, entregaron a sus acompañantes, primero, el regalo material que habían llevado para ellos y, posteriormente, les leyeron la carta.
A los agasajados se les colocaron dos dispositivos para poder evaluar de forma objetiva sus sensaciones: un electroencefalograma (EEG), para medir las señales cerebrales; y un anillo de biosensores, que recoge información acerca de la sudoración de la piel y los latidos del corazón.
“Antes de ponerlos en funcionamiento, realizamos una calibración para hacernos una idea de cómo funciona el cerebro de cada persona y posteriormente poder utilizar los algoritmos de inteligencia artificial de forma correcta para traducir esa información fisiológica en las métricas que nos interesan”, detalla López.
Según el análisis, el impacto emocional (grado de sorpresa que provoca la experiencia) en el momento en que leyeron el mensaje de cariño fue un 50% superior al del momento en el que recibieron el regalo material. También se incrementó en un 58% el grado de conexión personal (engagement) y en un 53% el grado de atracción (valencia).
Los datos también muestran que cuando a los participantes les dicen que van a darles un regalo físico, todas las métricas emocionales suben. "Pero cuando lo reciben, a pesar de que expresan su agradecimiento, de forma no consciente se llevan un chasco y esas métricas emocionales bajan”, explica la investigadora. “Algo que no ocurre cuando nos dan ese mensaje de cariño, capaz de mantener, e incluso incrementar, el impacto emocional posterior”.
Con este experimento, en Liberty han querido utilizar los datos "para sustentar el mensaje de que las personas tienen que ser siempre lo primero y que las cosas más sencillas, que a veces pasan desapercibidas, pueden ser las más importantes: en este caso, compartir sentimientos y emociones”, explica Santos Suárez, director de Comunicación, Reputación Corporativa y Sostenibilidad de Liberty en Europa, a D+I.
“La tecnología ha sido una herramienta, una aliada, para demostrar de una manera científica que este mensaje parte de experiencias reales. Y Bitbrain contaba con las herramientas y la especialización para ayudarnos a materializar esta idea y mostrar el impacto que puede tener algo tan sencillo como decir a los demás por qué son importantes para ti”, remarca Suárez.
La empresa de neurotecnología Bitbrain nació hace más de diez años fruto de las investigaciones de María López y su socio, Javier Mínguez, llevadas a cabo en la Universidad de Zaragoza. En este experimento “hemos visto unos incrementos muy rápidos de las métricas. Cuando analizamos datos [para otros casos de uso de su tecnología] evolucionan de forma más suave, pero en este caso se produce un cambio muy brusco, lo que significa que esa carta tiene el poder de generar un gran impacto emocional”.